QUITO (AFP).- La revelación de la prensa ecuatoriana sobre el surgimiento de un grupo rebelde, con vínculos en Colombia y Venezuela, revivió el fantasma de la subversión en Ecuador, que se creía sepultado desde finales de los años 80, cuando se desarticularon las guerrillas que operaban en el país.

El gobierno de Alfredo Palacio se mantuvo hermético frente a un informe de prensa según el cual desde 2001 se gesta un Ejército de Liberación Alfarista (ELA), mientras Caracas reaccionó de inmediato para negar nexos con esa organización.

El diario quiteño El Comercio indicó el lunes que el Ejecutivo ecuatoriano recibió «hace varias semanas» informes de sus servicios de inteligencia sobre el surgimiento del ELA, con vínculos con las guerrillas colombianas de las FARC y ELN y «grupos armados» de Venezuela, donde incluso habría recibido entrenamiento.

   El presunto surgimiento del ELA, con 200 miembros y que se sumaría a otros dos incipientes grupos rebeldes decididos a la lucha armada para lograr cambios en el país, fue recibido con escepticismo en diversos sectores.

   «Ninguna acción, por más justa que sea, justifica la violencia», dijo Gustavo Larrea, director regional de la Asociación Latinoamericana para los Derechos Humanos (ALDHU), y agregó que «es una exageración mediática, en el país no hay hechos de violencia».

   Mientras, el diputado de izquierda Luis Villacís, minimizó la información y sostuvo que «es una forma de diversión, que está haciendo inteligencia (…) al tratar de hacer este tipo de publicación».

   De acuerdo a la versión periodística, el ELA está integrado por ex miembros de los insurgentes Alfaro Vive Carajo (AVC, que entregó las armas en 1991), Montoneros Patria Libre (MPL) y Sol Rojo, desmantelados durante el gobierno de León Febres Cordero (1984-1988).

   «Consideramos que la lucha armada no es un buen balcón político en este país», afirmó, a su vez, Edgar Frías, ex dirigente de AVC, y añadió que «la tendencia en América Latina es buscar el llegar al gobierno por la vía electoral».

   En cuanto al ELA, el ex guerrillero dijo que «hay un interés de magnificar un hecho que probablemente exista, con una tendencia de querer afectar a Venezuela como supuesta auspiciante de este grupo».

   Señaló que Estados Unidos estaría detrás de la intención de afectar la imagen de Venezuela y su proyecto bolivariano al vincularlos con el ELA, que asegura seguir los ideales del libertador venezolano Simón Bolívar y del líder liberal ecuatoriano Eloy Alfaro (1842-1912).

   «Si algo ha demostrado Venezuela en los últimos años es que puede solucionar sus conflictos por la vía pacífica (…) La lección para América es buscar las soluciones a los conflictos por la vía política», manifestó Frías.

   «Para nosotros, pensar en que un Ejército de Liberación Alfarista pueda en corto tiempo convertirse en una opción política de poder resulta utópico», indicó.

   El domingo, la embajada de Venezuela en Quito rechazó que se vincule a ese país con el ELA y reiteró el apoyo de Caracas a la democracia ecuatoriana.

   «El presidente venezolano, que se encuentra en una búsqueda de acuerdos para levantar un bloque bolivariano sobre la base del respeto a la democracia y a la soberanía, está en contra de todo tipo de grupo u organización que se respalde en el uso de la violencia», subrayó un comunicado de la embajada.

   Según informes del servicio secreto ecuatoriano, varios integrantes del ELA mantuvieron reuniones con venezolanos el 1 de marzo en Quito, indicó El Comercio, que señaló que el propósito de ese encuentro fue el de buscar financiación para una revista con contenido revolucionario en Ecuador, llamada ‘Liberación’.

   El diario aseguró que según esos mismos informes miembros del ELA se desplazaron a Venezuela para recibir adoctrinamiento.