POR DIONISIO SOLDEVILA
CASA DE CAMPO, La Romana. – A pesar de estar a punto de ser cambiado de equipo después de ser el héroe de los Cachorros de Chicago, nada parece opacar la felicidad del jardinero dominicano Sammy Sosa.

Sosa se casó por la iglesia ayer con su esposa Sonia Rodríguez en una ceremonia celebrada en la iglesia San Estanislao de esta localidad y que contó con la presencia del presidente de la República, Leonel Fernández.

Mientras el gerente general Jim Hendry se preocupa en mover a Sosa a una nueva organización, el toletero decía “sí, acepto” al oír las palabras del párroco Víctor García, quien ofició la misa.

Sosa llegó puntual a la ceremonia en compañía de su madre Mireya a las 7:50 p.m. en un Mercedes Benz 500 plateado, el mismo en que cinco minutos más tarde ocupó una bella Sonia, quien vestía un vestido y velo blanco.

La señora de Sosa fue escoltada por su hermano Marco Antonio Rodríguez, quien fue el padrino de la boda.

“Sosa es un ejemplo de superación personal. Estamos muy contentos de estar presentes con él en un momento tan importante como su boda por la iglesia”, expresó el primer mandatario de la nación al salir de la boda.

Fernández estuvo acompañado por su esposa Margarita Cedeño y sus miembros de seguridad que usualmente lo escoltan.

“Sammy es un símbolo para la juventud, demostrando que con un fuerte trabajo se puede salir adelante”, dijo Fernández.

Sosa, por su lado, siempre se mostró con una enorme sonrisa en sus labios y aseguró que vendrán más pequeños Sosa en camino.

“Quiero tener dos hijos más”, adelantó el slugger, a lo que su flamante esposa respondió: “Sammy quiere gemelos”.

La familia Sosa Rodríguez ya cuenta con un total de cuatro crías, dos varones y dos hembras.

En momentos en que Sosa no se encuentra en el mejor tiempo de su carrera como pelotero, los Cachorros de Chicago tratan de cambiarlo a una organización que esté dispuesta a asumir los US$35 millones que le restan en su contrato.

Sosa viene de una temporada en la que conectó 35 cuadrangulares y empujó 80 carreras, además de registrar un promedio de bateo de .235.

Los Cachorros se quejaron desde temprano en la campaña por una supuesta mala actitud del pelotero al no querer aceptar un movimiento en la alineación de tercero y cuarto a sexto bate.

De acuerdo a los comentarios expresados en la prensa de Chicago, la gota que rebosó la copa y le puso un fin a la estadía del dominicano en la Ciudad de los Vientos fue su partida temprana del último partido de la temporada en la que los Cachorros se quedaron fuera de los playoffs.

Sosa tiene 574 cuadrangulares de por vida y se convertiría en apenas el quinto hombre en la historia en superar la barrera de los 600 vuelacercas.