Washington. EFE. El presidente de EEUU, Barack Obama, ya está bastante ocupado con problemas como la crisis económica o la reforma del sistema sanitario público, pero en los últimos días la Casa Blanca ha tenido que salir al paso de rumores que niegan su ciudadanía y, por tanto, su derecho a liderar el país.
Las afirmaciones, que sostienen que Obama no nació en Hawai como asegura su partida de nacimiento, sino en Kenia -la patria de su padre-, no son nuevas y se arrastran desde la campaña electoral.
Aunque las voces de los ciudadanos conocidos como birthers» -algo así como los del nacimiento, aquellos que se declaran convencidos de que el presidente nació en el extranjero- se habían acallado en cierto modo tras las elecciones de noviembre, en las últimas semanas han recuperado la atención de los medios de comunicación, en parte debido a la temporada veraniega y la escasez de noticias.