Rumsfeld asume culpa por maltratos reos iraquíes

Rumsfeld asume culpa por maltratos reos iraquíes

WASHINGTON.- El secretario de Defensa de EEUU, Donald Rumsfeld, aceptó ayer «toda la responsabilidad» por los malos tratos a los prisioneros en Irak, pero tuvo problemas para explicar por qué se reaccionó tarde a las denuncias de hace casi un año.

Los hechos «ocurrieron estando yo a cargo» del Pentágono y «acepto toda la responsabilidad», afirmó ayer Rumsfeld ante el Comité de Fuerzas Armadas del Senado, al que explicó su gestión del escándalo de malos tratos y torturas en cárceles de Irak y Afganistán bajo control de EEUU.

Rumsfeld pidió sus «más profundas disculpas» por lo ocurrido a los detenidos, pero aseguró que no piensa dimitir por el escándalo, y se mostró partidario de compensar a las víctimas de malos tratos.

El jefe del Pentágono calificó lo sucedido como «una catástrofe» y enumeró una serie de medidas para poner coto a estas prácticas, entre las que figura la creación de un grupo que investigue lo sucedido y aclare responsabilidades hasta el máximo nivel necesario.

Admitió también su error en no haber reconocido la importancia del asunto y no haberlo comunicado inmediatamente «al presidente y los miembros del Congreso».

Rumsfeld dijo que las fotografías de los malos tratos divulgadas son «ofensivas e indignantes», pero indicó que estos «hechos terribles» fueron perpetrados por un «pequeño grupo de militares».

[b]Torturas sistemáticas[/b]

El Comité Internacional de la Cruz Roja (CICR) aseguró ayer que los malos tratos que los soldados estadounidenses infligieron a los detenidos iraquíes eran sistemáticos y «equiparables a torturas», y expresó su preocupación por las condiciones de las cárceles dirigidas por los británicos.

«Los elementos que hemos encontrado eran equiparables a torturas. Había casos claros de tratos degradantes e inhumanos», declaró durante una conferencia de prensa el director de operaciones del CICR, Pierre Kraehenbuehl.

Añadió que los hechos que comprobó el CICR no se limitaban a la cárcel de Abu Ghraib, cerca de Bagdad, donde se tomaron las fotografías de malos tratos infligidos a los presos iraquíes.

«Manifiestamente nuestras observaciones no nos autorizan a concluir que lo que constatamos en el caso de Abu Ghraib eran actos aislados por parte de miembros concretos de las fuerzas de la coalición», dijo. «Lo que describimos se corresponde con un modelo, con un amplio sistema», agregó.

[b]Amnistía pide investigación[/b]

Amnistía Internacional pidió ayer en una carta abierta al presidente estadounidense, George W. Bush, que abra una investigación sobre eventuales «crímenes de guerra» en Irak y que aplique sanciones «al máximo nivel».

La organización de defensa de los derechos humanos, cuya sede está en Londres, recomienda a la administración estadounidense que «investigue las denuncias sobre la prisión de Abu Ghraib en Irak y en otros centros de detención para establecer si se han perpetrado crímenes de guerra y para que pida cuentas al máximo nivel».

[b]Vaticano condena[/b]

El arzobispo Giovanni Lajolo, ministro de Relaciones Exteriores del Vaticano, calificó las torturas y abusos infligidos a prisioneros iraquíes de «escándalo» que «ofende al mismo Dios».

«La violencia contra el ser humano ofende al mismo Dios, que creó el hombre a su imagen y semejanza», afirmó el prelado en una entrevista divulgada por la cadena de televisión pública TG2.

El número tres del Vaticano condenó firmemente esos episodios «brutales, contrarios a los derechos humanos más elementales y radicalmente opuestos a la moral cristiana».

«El escándalo es aún más grave si se tiene en cuenta que esas acciones fueron cometidas por cristianos», agregó.

[b]Manchan imagen EU[/b]

El presidente del Comité de Fuerzas Armadas del Senado, el republicano John Warner, consideró las vejaciones «totalmente inaceptables» y dijo que manchan la imagen EEUU en el mundo.

Bush reprochó a Rumsfeld el miércoles por haberse enterado por la prensa de este escándalo, aunque el jueves reiteró que el jefe del Pentágono «seguirá» en su Gobierno, a pesar de las peticiones de dimisión por parte de la oposición demócrata.

Rumsfeld negó hoy que piense dejar el cargo. «No dimitiré sólo porque esto se haya politizado», afirmó.

Su intervención fue interrumpida en la sala de audiencias por un grupo de manifestantes que denunció las violaciones de derechos humanos en Irak y pidió el cese de Rumsfeld, al que acusaron de «criminal de guerra», hasta que fueron expulsados de la sala.

El senador demócrata Edward Kennedy preguntó por qué el Pentágono no reaccionó a un informe de la Cruz Roja Internacional, que ya denunció malos tratos a los prisioneros en octubre de 2003, o a las quejas del Departamento de Estado.

Rumsfeld dijo que el informe de la Cruz Roja «fue muy útil», pero no explicó por qué las autoridades militares sólo reaccionaron a partir de la denuncia, el 13 de enero pasado, de un soldado.

El demócrata Carl Levin criticó que Rumsfeld no dijera nada al Congreso durante una sesión informativa a puerta cerrada que tuvo lugar la semana pasada, apenas unas horas antes de que una cadena de televisión divulgara las primeras imágenes de los malos tratos y torturas en la cárcel de Abu Gharib.

Además, Levin se preguntó cómo sirve a la seguridad nacional de EEUU el que personal de empresas privadas realice los interrogatorios a los prisioneros en una zona de guerra, sin que las autoridades militares tengan un control sobre ellos.

Rumsfeld explicó que en la prisión de Abu Gharib había 37 empleados de dos empresas privadas -que suministran interrogadores y linguistas- y aseguró que no actúan por su cuenta, sino -igual que los guardias- bajo supervisión del jefe de la brigada de inteligencia militar a cargo de las instalaciones.

Aseguró que los guardias de la policía militar «no están entrenados» para realizar interrogatorios.

Varios senadores señalaron que lo ocurrido en las cárceles iraquíes y afganas es producto de la política de detención incomunicada practicada por EEUU tras los atentados del 11 de septiembre de 2001, como ocurre en la base norteamericana de Guantánamo (Cuba).

El secretario de Defensa, quien compareció acompañado de la plana mayor del Pentágono, también participará en una audiencia ante el Comité de Fuerzas Armadas de la Cámara de Representantes.

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