BAGDAD (AP).- El secretario de Defensa Donald Rumsfeld, visitando a su tropa en Irak, declaró que la insurgencia es un problema de los iraquíes y no de los estadounidenses. En una cena navideña con soldados estadounidenses en la base cerca del aeropuerto de Bagdad, Rumsfeld dijo que la insurgencia parecía implacable y provista de armamento ilimitado, y que era ya hora que los iraquíes comunes acepten que ellos y no los estadounidenses serán quienes decidirán la suerte de su país.

   «Esa es la única manera»» de facilitar la retirada de las fuerzas estadounidenses, dijo Rumsfeld.

   «Ustedes están enfrentados a un enemigo implacable y brutal»», añadió ante los integrantes de la Primera División de Caballería en la cena navideña, en que degustaron costillas de res, langostinos y pollo fritos, puré de papas y otros manjares.

   La visita fue un agudo contraste con la de hace unas dos semanas a Kuwait, en que Rumsfeld soportó las quejas de varios soldados sobre la falta de blindaje, la mala paga y las extensas misiones. La respuesta de Rumsfeld entonces _ «uno va a la guerra con el ejército que se tiene»» _ fue recibida por algunos como arrogante, y suscitó pedidos de que renuncie, tanto de demócratas como republicanos.

   En esta visita, Rumsfeld dijo que no era realista pensar que la violencia en Irak disminuirá después de que se realicen las elecciones el 30 de enero. Al final de todo, comentó, la solución del conflicto será «exclusivamente iraquí»» y no estadounidense.

   Horas antes en Faluya, Rumsfeld usó una metáfora para explicar su punto de vista: De ahora en adelante, dijo, cuando los soldados estadounidenses estén patrullando con los iraquíes y les toque cavar trincheras, se harán a un lado y dejarán que los iraquíes hagan el trabajo.

   Advirtió que no se debe fomentar una dependencia hacia las fuerzas norteamericanas por parte de las iraquíes. La tropa local necesita ser más independiente, dijo.

   En una reunión anterior en Tikrit, el teniente general Thomas Metz, el comandante de las fuerzas en tierra en Irak, dijo estar de acuerdo y que el comandante estadounidense de la zona nor-centro de Irak, el mayor general John Batiste, debe dejar de pensar que esa es su zona y en cambio conseguir comandantes iraquíes que asuman mayores responsabilidades allí.

   Batiste se manifestó de acuerdo y prometió que en seis meses la Guardia Nacional Iraquí asumirá el control del área.