Rumsfeld se defiende ante caso armas Irak

Rumsfeld se defiende ante caso armas Irak

WASHINGTON (AFP).- El secretario de Defensa estadounidense, Donald Rumsfeld, aseguró este miércoles ante el Congreso que no existen pruebas definitivas de que Irak careciese de armas de destrucción masiva, en un firme gesto de apoyo a los servicios de inteligencia norteamericanos.

Rumsfeld también negó tajantemente que los analistas de inteligencia fueran presionados para que sus conclusiones encajaran con la argumentación del gobierno para ir a la guerra.

En una sesión por momentos tensa de la Comisión de Fuerzas Armadas del Senado, varios senadores demócratas confrontaron a Rumsfeld con sus propias declaraciones antes de la guerra, indicando que Irak contaba con armas químicas y biológicas, y que Estados Unidos sabía dónde estaban.

Rumsfeld reconoció que en una ocasión tal vez pudo haber exagerado al decir que sabía dónde estaban ubicadas las armas de destrucción masiva (ADM) de Irak, pero sostuvo que el gobierno actuó sobre la base de información consistente de inteligencia desarrollada desde la anterior administración de Bill Clinton.

«El senador (republicano John) Warner preguntó en su discurso de apertura si sé de alguna presión sobre los funcionarios de inteligencia o manipulación de inteligencia, y la respuesta es claramente no», dijo Rumsfeld.

La audiencia fue convocada para estudiar el pedido de 401.700 millones de dólares de presupuesto para el Pentágono, pero se convirtió en la primera oportunidad del Senado de cuestionar a un miembro del gobierno sobre el fracaso a la hora de encontrar las armas iraquíes.

El senador Ted Kennedy de Massachusetts dijo que se trataba de una «refutación devastadora de la argumentación del gobierno de Bush para ir a la guerra en Irak y pienso que daña seriamente nuestra credibilidad en el mundo».

El líder del equipo estadounidense que buscó armas en Irak, David Kay, dijo al Congreso la semana pasada que concluyó que no había depósitos de armas prohibidas en Irak y ninguna evidencia de que existieran antes de la guerra.

«Supongo que es posible pero no probable», dijo Rumsfeld sobre la opinión de Kay.

El jefe del Pentágono afirmó que el trabajo del grupo de expertos que buscaba ADM en Irak no había terminado y que era demasiado pronto para sacar conclusiones sobre qué fue lo que ocurrió con las armas prohibidas que, según los servicios de inteligencia, había en Irak.

«Como testificó el doctor Kay, lo que hemos averiguado hasta ahora no ha probado que Saddam Hussein tuviera lo que indicaba la información de inteligencia y que nosotros creíamos que tenía. Pero tampoco ha probado lo contrario», dijo.

Rumsfeld destacó teorías como que las armas pueden haber sido transferidas a otros países, que fueron dispersadas y escondidas en Irak, que fueron destruidas poco antes de la invasión estadounidense o que contaban con pequeñas reservas y una capacidad para una rápida puesta en funcionamiento.

Rumsfeld dijo que el tamaño del país permite fácilmente esconder las cosas, recordando que llevó diez meses encontrar al derrocado presidente iraquí Saddam Hussein.

«La realidad es que el agujero en el que se escondía era suficientemente grande como para esconder armas biológicas que mataran a miles de seres humanos», dijo.

El senador demócrata Carl Levin contrastó un informe de setiembre de 2002 de la DIA (organismo de inteligencia militar) que indicaba que no había «información confiable» sobre si Irak está produciendo o almacenando armas químicas, con la afirmación de Rumsfeld el mismo mes diciendo «sabemos» que Irak sigue escondiendo armas químicas y biológicas, ubicándolas en barrios residenciales.

«No me basaba en un solo organismo de inteligencia, como la DIA o la CIA. Me basaba en las averiguaciones de toda la comunidad de inteligencia. Y la evaluación de toda la comunidad de inteligencia decía lo que decía. Y eso fue lo que expuse», dijo Rumsfeld.

Levin le preguntó luego sobre una unidad particular instalada en el Pentágono para examinar la información de inteligencia sobre Irak y sus supuestos vínculos con redes terroristas. Los críticos del gobierno aseguran que ese grupo fue utilizado para elegir los datos que encajaran en la argumentación del gobierno para la guerra.

«Su tarea fue tomar la inteligencia que existía y estudiarla y ver qué se podía concluir al respecto», respondió Rumsfeld.

Rumsfeld defendió el trabajo de los servicios de inteligencia, afirmando que penetrar sociedades cerradas es una «tarea difícil».

«Estoy convencido de que el presidente de Estados Unidos hizo lo correcto en Irak, que no haya dudas», manifestó Rumsfeld. «Llegué a mis conclusiones con base en la inteligencia que todos vimos, así como cada uno de ustedes juzgó y votó basado en la misma información».

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