Ruptura matrimonio y crisis fomentan prostitución

Ruptura matrimonio y crisis fomentan prostitución

En una investigación realizada por la Organización Internacional para las Migraciones (OIM) se estableció que la ruptura marital y la vulnerabilidad económica son dos de los principales motivos que indujeron a mujeres dominicanas a trasladarse hacia Argentina a buscar mejores condiciones de vida, en la mayoría de los casos mediante el ejercicio de la prostitución.

El diagnóstico, realizado por la Comisión Argentina para los Refugiados (CAREF), plantea que, atraídas por la paridad cambiaria que se estableció en ese país en 1991 con la Ley de Convertibilidad de la Moneda, éstas pagaron de RD$20,000 a RD$40,000 que cubrían pasaje aéreo y el pago de comisiones a quienes realizan el trámite para su entrada a ese país.

Los costos del viaje, y la necesidad de pagar aproximadamente US$1,000 por los «papeles», según el informe, «permite divisar que hay una suerte de modus operandi que trabaja en el filo de la ilegalidad».

Aunque el flujo de dominicanas hacia Argentina comenzó en 1995, fue en el 2002 (fecha hasta la cual ingresaron a esa nación alrededor de 15 mil dominicanos) cuando se desató en República Dominicana un escándalo por la existencia de una supuesta red de trata de blancas.

En la misma estaba involucrada, supuestamente, Máxima Pérez Matos, una dominicana residente en ese país que es presidenta de la seccional del Partido Revolucionario Dominicano (PRD), y de la Asociación Mutualista de Dominicanos Residentes en Argentina.

Si bien el tema copó las páginas de los principales diarios dominicanos y argentinos, por la insinuación de que en el negocio habría ocultas manos del área diplomática del país, el mismo se diluyó sin ser debatido en las instancias judiciales locales.

Las entrevistas a trabajadoras sexuales, incluidas en el estudio «Migración, prostitución y trata de mujeres dominicanas en Argentina», se infiere que el negocio está caracterizado por la estafa, el engaño, la esclavitud, uso de narcóticos, y cierta complicidad de policías argentinos.

Los testimonios de dos dominicanas, incluidos en la publicación de la OIM, sugieren además la conexión de los proxenetas con entidades oficiales para agilizar el traslado de las futuras prostitutas.

[b]DE DOMESTICAS A RAMERAS [/b]

El ardid utilizado por los proxenetas para conquistar a las eventuales trabajadoras sexuales, que por lo regular tienen escasa instrucción y provienen de sectores empobrecidos, es el servicio doméstico en casas de familia; pero al llegar a Argentina no hay más opción que vender sus cuerpos.

Celina, quien logró salir del negocio y casarse, llegó al país Suramericano en 1998 y, mientras esperaba en el aeropuerto de Ezeiza a la prima que la animó para realizar el viaje, dos hombres le dijeron que para ingresar al territorio tenía que pagarles US$1,000.

Agilmente evadió la proposición, que de por sí era ilegal, y se dirigió a la casa de su familiar, quien le informó que la vacante que le tenía era un prostíbulo. Celina se negó, pero a la semana ya estaba en el negocio, ofreciendo sus servicios en la plaza del barrio Mataderos.

Las ganancias llegaron porque laboraba de manera independiente, y con lo conseguido pudo pagar el préstamo hipotecario que hizo en el país para realizar el viaje, comprarse una vivienda, un carro, y mejorar la situación económica de su madre e hijo.

Pero quería salir de ese mundo, sobre todo porque había iniciado una relación sentimental con un argentino con quien actualmente vive. Lo logró por la mano amiga de una mujer que le ofreció un empleo en una tienda…tuvo recaídas, pero gracias a la asistencia psicológica que recibidió aprendió a valorarse «a sentirme una señora».

Alina, oriunda de Villa Altagracia, llegó a los 17 a Argentina convencida por una vecina de que en ese país tendría mejor suerte mediante el trabajo doméstico.

Nada más falso. Permaneció un año secuestrada, ejerciendo la prostitutición para pagarle a la proxeneta lo invertido, y sin recibir un centavo como ganancia.

La mantenían sedada, fue violada en varias ocasiones por uno de los miembros de la red, y por un golpe de suerte (una redada realizada por la Policía) regresó a la República Dominicana con su dignidad quebrada, negada a recibir asistencia de la Misión de la OIM en el país y de otros organismos no gurbernamentales.

Para los especialistas que la trataron Alina padece de trauma y depresión, y no es descartable que a falta de oportunidades laborales vuelva a la prostitución.

[b]EXCLUSION ECONOMICA[/b]

Las entrevistas dejan entrever que aunque la mayoría de las migrantes no eran mujeres desocupadas, no estaban satisfechas con su nivel de ingresos ni con las perspectivas que les brindaba el país.

Y en adición, la disolución de la pareja conyugal y la escasa contribución del padre al sustento de los hijos, fue un motivo de viaje reiterado por las afectadas.

«Al analizar la situación conyugal con la cantidad de hijos queda en evidencia la doble vulnerabilidad de estas mujeres, ya que tienen hijos por cuyo bienestar se sienten responsables, y al mismo tiempo, expresan la precariedad y la falta de derechos del cónyuge, cuya contribución a la manutención de los hijos parece incidental», indica el informe.

El estudio indica que la mayoría de las migrantes entrevistadas tenía entre 20 y 40 años. Entre el 50% y el 60% proceden de Bayaguana, San Francisco de Macorís, Villa Altagracia, Azua; y en otros porcentajes no incluidos de Santo Domingo, San Juan de la Maguana y Cotuí.

En cuanto a los niveles educacionales, en comparación con la población argentina nativa y con los migrantes limítrofes, la escolaridad de las dominicanas es muy baja, al extremo de que los rangos incluyen un 6% de analfabetas y un 40% con nivel primario incompleto.

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