Múltiples y frecuentes han sido las rupturas y reconciliaciones entre lideres políticos dominicanos, que regularmente se han producido en vísperas de celebración de elecciones. La matriz del Partido Revolucionario Dominicano (PRD), en sus variadas direcciones, es la organización que registra la mayor cantidad de estas rupturas, divisiones y reconciliaciones.

La primera diferencia interna en el partido blanco se presentó en la dirección del profesor Juan Bosch, con los tres directivos que regresaron al país luego del ajusticiamiento de Trujillo: Ángel Miolán, Nicolás Silfa y Ramón A. Castillo. Con su compañero de boleta, en el torneo diciembre de 1962, se desligó de Buenaventura Sánchez Feliz, su candidato a la vice Mas adelante con José Francisco Peña Gómez, Washington de Peña y otros.

Cuando Bosch renunció del PRD y fundó el PLD se produjo la ruptura con los dos primeros secretarios generales Antonio Abreu Flores y Rafael Albuquerque, y con Max Puig, Vicente Bengoa, Rafael Espinal y Nélsida Marmolejos

Puede leer: Los “sin concepto” del 911, y otras especies burocráticas

Otras rupturas de magnitud se produjeron en el PRD con el protagonismo de Peña Gómez, Jacobo Majluta y Salvador Jorge Blanco, conflicto que tuvo su origen en la escogencia del candidato presidencial para las elecciones de mayo de 1986, que ganó Joaquín Balaguer. Derivado de esta ruptura Magluta creó el Partido Revolucionario Institucional (PRI) y Peña fundó su Bloque Institucional Social Demócrata (BIS). No obstante organizar el BIS Peña continuó con el control del partido blanco y logró el retorno a la entidad de Milagros Ortiz Bosch, que estaba en la dirección del departamento de educación del PLD y miembro del comité central de la organización.

Casos de relevancia de rupturas y conciliaciones políticas los registra el Partido Reformista, con los casos del vicepresidente Francisco Augusto Lora, Luis Julián Pérez, Fernando Alvarez Bogaert, Mario Read Vittini, Marino Vinicio Catillo y otros. Lora se desligó de Balaguer en 1970 cuando el líder reformista formalizó sus aspiraciones a la reelección. Creó el MIDA.

Está el caso de Elías Wessin y Wessin, a quien Balaguer acusó de intentar darle un golpe de estado en 1971. Año y medio después lo reincorpora a la vida militar y lo designa secretario de Interior y luego jefe de las Fuerzas Armadas, y la experiencia de Rafael Alburquerque, Washigton de Peña y Arturo Martínez Moya, que después de adversar de manera militante al líder reformista pasaron a servir al gobierno de Balaguer, así como el de José Andrés Aybar Castellanos, alto dirigente de la opositora Unión Cívica Nacional.

En 2002 se modificó la constitución para posibilitar la repostulación de Hipólito Mejía, a lo que se opuso el dirigente Hatuey de Camps, que formó el Partido Revolucionario Social Demócrata (PRSD), y diez años mas adelante el propio Mejía y Miguel Vargas Maldonado, entraron en disputa, de la cual surgió el Partido Revolucionario Moderno (PRM), que con Luis Abinader ganó las pasadas elecciones generales.

Después de la muerte de Balaguer, en julio del 2004, el espectro de la división impactó a los reformistas con la escogencia de Eduardo Estrella, que se impuso a Jacinto Peynado, escenario que se repitió en el 2008, con la elección de Amable Aristy Castro sobre Estrella, que constituyó el partido DXC.

La última escisión en las entidades políticas dominicanas tuvo como protagonistas a dos ex presidentes de la República, Danilo Medina y Leonel Fernández, que dio paso a la formación de la Fuerza del Pueblo (FP), que en el torneo de mayo próximo lleva de candidato a Fernández. Así de accidentado ha sido el discurrir de las principales agrupaciones políticas después de la desaparición de Trujillo.))))