El embajador ruso en Londres, Andrei Kelin, acusó este domingo al Gobierno del Reino Unido de violar el Tratado de no proliferación nuclear al aumentar en un 40 % su tope de cabezas nucleares de reserva, y advirtió que la relación política entre ambos países «está casi muerta».
«Esto es una violación del Tratado de no proliferación y de muchos otros acuerdos que dicen que solo debe haber una reducción del número» de ojivas, afirmó el diplomático, en declaraciones a la emisora LBC.
El pasado 16 de marzo, el Ejecutivo conservador anunció que aumentaba hasta 260 el número máximo de ojivas que puede tener de reserva -sin especificar el número concreto que almacenará-, frente al tope anterior de 180, como parte de su nueva estrategia de política exterior y de defensa.
Al presentar el informe conocido como de «Revisión Integrada», el Gobierno identificó además a Rusia como «una amenaza» para el Reino Unido, mientras que consideró a China un riesgo pero también un posible socio comercial.
Kelin dijo hoy que en el documento Londres «menciona a Rusia catorce veces como una amenaza aguda», pero «no hay ni una sola prueba o explicación para esa formulación».
El embajador supuso que esa visión del Estado ruso se basa en el envenenamiento en 2018 del agente doble Sergei Skripal y su hija en el pueblo inglés de Salisbury (ambos sobrevivieron), que Londres atribuye a Moscú pero que Rusia niega, y que el diplomático consideró acusaciones «sin fundamento» y «falsas».
Kelin consideró que, aunque la relación política, en su opinión, «está casi muerta», el Reino Unido y Rusia deberían «relanzar su relación económica», especialmente ahora que, tras el Brexit, Londres busca nuevos socios comerciales.
«Tenemos mucho que ofrecer al Reino Unido si están interesados», declaró.
Preguntado sobre si el presidente ruso, Vladimir Putin, es un asesino -como le calificó el presidente estadounidense, Joe Biden-, el embajador dijo que «por supuesto que no, es un sabio estadista» que ha transformado Rusia.
Sobre el primer ministro británico, Boris Johnson, Kelin dijo que «no tiene opinión», porque en estos momentos el conservador «está muy ocupado con la política interna» y tratando de establecer una relación pos-Brexit con «sus principales socios, la Unión Europea y Estados Unidos».