Rusia advierte contra un cambio de dirección en Ucrania

Rusia advierte contra un cambio de dirección en Ucrania

KIEV. AFP. Rusia advirtió el miércoles a Ucrania sobre los riesgos de un cambio de rumbo político, dando a entender que en ese caso quedaría comprometida la ayuda financiera y económica rusa.  

La advertencia coincidió con la visita de la jefa de la diplomacia de la Unión Europea Catherine Ashton, que el miércoles dijo que Ucrania tiene que hacer «mucho más» para salir de la crisis política iniciada hace más de dos meses.

Rusia está preocupada porque Ucrania tarda en pagar las importaciones de gas, indicó el portavoz del Kremlin, Dmitri Peskov.

Además Rusia quiere obtener explicaciones sobre la evolución política en el país, agregó Peskov, que indicó que los presidentes ruso y ucraniano se reunirán el viernes en Sochi, en ocasión de la ceremonia de apertura de los Juegos Olímpicos.

Por su parte, Ashton pidió que se aceleren las cosas en Ucrania.

«Necesito ver que el movimiento se acelera», dijo Ashton a la prensa después de entrevistarse con el presidente Viktor Yanukovich y los principales dirigentes de la oposición.

También afirmó que la UE está dispuesta a apoyar el proyecto de reforma constitucional y la investigación de presuntos abusos cometidos durante dos meses de manifestaciones en Ucrania, que dejaron en enero cuatro muertos y 500 heridos en enfrentamientos.

Por su parte, la presidencia indicó que en la entrevista de Yanukovich con Ashton se había hablado de la reforma constitucional, que la oposición reclama y que el mandatario no descarta a priori.

Sin embargo, contrariamente a Yanukovich, la oposición propone volver a la Constitución de 2004, con el fin de limitar rápidamente los poderes del mandatario.

«Tenemos que regresar hoy a la constitución de 2004 y después tomar el tiempo necesario para redactar una nueva constitución», advirtió el líder opositor Vitali Kitschko. Si no hay una decisión rápida, «habrá una nueva oleada de protestas», añadió.

Según el comunicado de la presidencia, Ashton y Yanukovich también hablaron de llevar a cabo una «investigación transparente y objetiva sobre los últimos acontecimientos».

El movimiento de protesta nació a finales de noviembre tras la decisión repentina de Yanukovich de renunciar a firmar un acuerdo de asociación con la UE, negociado durante meses. Optó en cambio por un acercamiento a Rusia, que le concedió un crédito de 15.000 millones de dólares y una reducción del precio del gas.

En este contexto, Moscú afirmó el miércoles estar «preocupada» por el crecimiento de la deuda de Ucrania por el gas que recibe de Rusia.

«Gazprom ya dijo que la deuda crece e incluso que aumentó muy rápido», declaró el portavoz del presidente Vladimir Putin.

El presidente ucraniano tiene previsto reunirse con Putin el viernes en Sochi para abordar las «relaciones bilaterales», aprovechando la inauguración de los Juegos Olímpicos de invierno en esta ciudad.

El martes, la portavoz del departamento de estado norteamericano, Jennifer Psaki, indicó que el hipotético apoyo financiero occidental tendría lugar únicamente si el país avanza hacia la recuperación económica, vía el Fondo Monetario Internacional. En el pasado, Kiev rechazó las rigurosas condiciones del FMI.

Según diplomáticos occidentales, la ayuda de Occidente no podría igualar las propuestas rusas.

El Kremlin, no obstante, dejó claro que el mantenimiento de la ayuda rusa dependerá del futuro color político del gobierno ucraniano.

También el martes, el vicepresidente de Estados Unidos, Joe Biden, instó de nuevo al presidente Yanukovich a «dialogar» y a comprometerse en la formación «de un nuevo gobierno», durante una conversación telefónica, indicó la Casa Blanca.

Biden, quien habla regularmente con Yanukovich desde el recrudecimiento de las protestas, le invitó de nuevo «a aprovechar todas las ocasiones ¡…¿ para encontrar una solución política a la crisis».

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