MOSCÚ — Rusia anunció el miércoles la retirada de más tropas y armas a sus bases en otro gesto aparentemente dirigido a aliviar los temores de que esté planeando invadir Ucrania, aunque Estados Unidos ha dicho que la amenaza de la agresión sigue en pie.
Moscú ha concentrado alrededor de 150.000 soldados al este, norte y sur de Ucrania, lo que encendió las alarmas de Occidente acerca de la planificación de un posible asalto. No ha habido indicios de una retirada significativa de tropas, pero esta semana ha habido varios gestos rusos que han ofrecido a Europa esperanzas de poder evitar la guerra tras semanas de crecientes tensiones entre el Este y el Oeste.
El Ministerio de Defensa de Rusia publicó el miércoles un video que mostraba un tren cargado con vehículos blindados cruzando un puente a su salida de Crimea, la península del Mar Negro que Rusia se anexionó de Ucrania en 2014. El repliegue formaba parte del operativo de vuelta de las tropas a sus bases permanentes, explicó.
En la víspera, el ministro reportó el inicio de la retirada luego de maniobras militares cerca de Ucrania. Y el presidente ruso, Vladimir Putin, destacó que buscaba una vía diplomática para solucionar la crisis, haciendo hincapié en que no quería una guerra y en que confiaría en las negociaciones para conseguir su principal objetivo: impedir que Ucrania ingrese a la OTAN.
A pesar de que Estados Unidos y sus aliados continúan mostrándose escépticos sobre las intenciones rusas, la medida cambió el tono en la peor crisis de seguridad Este-Oeste desde el final de la Guerra Fría.
Pero Putin no se ha comprometido a una retirada total y señaló que sus próximos movimientos dependerán de cómo evolucione la situación. El ejército ruso no ha dicho cuántas armas y soldados se retiraron y ofreció pocos detalles más.
Lo que dijo Biden
El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, destacó el martes que los funcionarios estadounidenses no habían verificado el anuncio ruso.
“De hecho, nuestros analistas indican que siguen en una posición muy amenazante”, afirmó Biden desde la Casa Blanca, señalando que Washington dará “todas las oportunidades” a la diplomacia.
Llamado a la calma
Los líderes ucranianos han tratado de proyectar calma, pero también fuerza, durante la crisis. En una aparente muestra de desafío, el presidente del país, Volodymyr Zelenskyy, declaró que el miércoles sería un “día de unidad nacional” y pidió a los ciudadanos que exhiban la bandera azul y amarilla y que canten el himno nacional frente a las “amenazas híbridas”.
Por su parte, el secretario británico de Defensa, Ben Wallace, apuntó que “es demasiado pronto para decir” si la retirada es auténtica y añadió que los rusos “no han quitado el pie del acelerador”.
“Creo que lo que no hemos visto son las pruebas de la retirada que ha anunciado el Kremlin”, afirmó en declaraciones a la televisora Sky News. “De hecho, hemos visto como sigue la acumulación de cosas como hospitales de campaña y sistemas de armas estratégicos. Hasta que no veamos una desescalada adecuada, creo que deberíamos ser cautos acerca de la dirección que toma el Kremlin.”
También el miércoles, aviones de combate rusos realizaron vuelos de entrenamiento sobre Bielorrusa, que está en la frontera norte de Ucrania, y paracaidistas efectuaron pruebas de tiro en campos del país, como parte de unas masivas maniobras militares que Occidente teme que puedan emplearse como tapadera para una posible invasión de Ucrania.
Soldados seguirán saliendo
El ministro bielorruso de Exteriores, Vladimir Makei, reafirmó que todos los soldados rusos abandonarán en el país el domingo, cuando terminarán los ejercicios.
Moscú ha negado tener planes para invadir Ucrania y se ha mofado de las advertencias occidentales sobre una acción inminente calificándolas de “histeria” y “locura”.
Preguntado por el diario alemán Welt por si Rusia iba a atacar el miércoles — la fecha posible de la invasión según funcionarios occidentales — el embajador ruso ante la Unión Europea, Vladimir Chizhov, respondió: “Las guerras en Europa rara vez empiezan un miércoles”.
“No habrá una escalada la próxima semana tampoco, ni la semana después, ni en el próximo mes”, añadió.
Rusia quiere que Occidente deje a Ucrania y a otras antiguas repúblicas soviéticas fuera de la OTAN, detenga el despliegue de armas cerca de las fronteras rusas y retire a sus fuerzas de Europa del Este.
Estados Unidos y sus aliados han rechazado tajantemente esas demandas, pero se ofrecieron a entablar un diálogo con Rusia sobre las formas para reforzar la seguridad en Europa.