Moscú. La agencia espacial rusa, Roscosmos, ha aprobado la construcción de una nave específicamente para enviar a turistas al espacio exterior, anunció hoy KosmoKurs, la compañía que gestionará esos viajes suborbitales.
«Ígor Komarov (jefe de Roscosmos) recibió con entusiasmo el proyecto”, dijo Pável Pushkin, director general de KosmoKurs, a medios locales. Pushkin explicó que el documento suscrito entre Roscosmos y KosmoKurs, la primera compañía rusa que gestionará viajes turísticos al espacio, permitirá el diseño y construcción de una nave y un cohete portador.
Antes de alcanzar un acuerdo con Roscosmos, la compañía consensuó los aspectos técnicos del proyecto con los principales constructores de aparatos espaciales de este país. La nave en cuestión se elevará a una altura de 200 kilómetros, pero no llegará a girar alrededor de nuestro planeta, por lo que será un vuelo suborbital en el que los turistas podrán sentir durante varios minutos la ingravidez.
KosmoKurs espera lanzar en 2020 la primera nave, en la que viajarían seis turistas, que tendrían que pagar en torno a 250.000 dólares (unos 229.000 euros), mucho menos de los 50 millones (45,9) que han desembolsado los multimillonarios que han viajado a la Estación Espacial Internacional (EEI).
Por el momento, todos los turistas han viajado a bordo de naves Soyuz rusas y con destino a la plataforma orbital en viajes organizados por la compañía estadounidense Space Adventures, pero tanto Roscosmos como la NASA consideran que en las naves tripuladas ya no hay sitio para neófitos.
Rusia decidió suspender durante varios años las visitas turísticas a la EEI debido a la falta de espacio, ya que ahora la tripulación de la plataforma se ha duplicado hasta seis tripulantes, y a la decisión de Estados Unidos de suspender los vuelos de sus transbordadores.