Moscú.– Rusia consideró hoy que la nueva doctrina nuclear de Estados Unidos puede provocar una carrera armamentista en el mundo, ya que supone una violación de los principios de disuasión estratégica.
“Ahora, otros países también pueden comenzar a introducir modificaciones en sus doctrinas. La nueva doctrina nuclear de EEUU es un producto de los imperialistas americanos”, dijo Leonid Slutski, jefe del comité de Asuntos Internacionales de la Duma o cámara de diputados.
Slutski subrayó que el documento elaborado por los departamentos de Estado, Defensa y Energía de EEUU, “es sumamente peligroso desde el punto de vista de la violación de los principios de disuasión nuclear».
El diputado lamentó que Washington justifique la revisión de la doctrina por las amenazas exteriores, “especialmente por parte de Rusia”, y calificó de “gratuitas” e “infundadas” las acusaciones de que Moscú no ha cumplido con sus obligaciones en desarme.
Se refería a que en la doctrina estadounidense se desglosan medidas para contrarrestar la supuesta violación por Rusia del Tratado de eliminación de misiles nucleares de medio y corto alcance (INF).
Precisamente, a finales de diciembre el presidente de Rusia, Vladímir Putin, arremetió contra EEUU por intentar salirse del INF, tratado suscrito en 1987 por la URSS y EEUU. Además, Slutski tachó de provocadora y únicamente destinada a agravar la confrontación la afirmación de que la doctrina reforzará las posiciones de los diplomáticos a la hora de promover los intereses de la Casa Blanca.
El jefe del comité de Defensa de la Duma, Vladímir Shamánov, también describió como un “chantaje” los planes de desarrollar un nuevo misil de crucero de emplazamiento marítimo si Rusia insiste en violar el INF.
“Es un claro chantaje. Hemos demostrado en numerosas ocasiones que, como resultado de los acuerdos alcanzados en el marco del tratado, recortamos más armamento que los americanos. Rusia no ha violado en ningún caso ese acuerdo”, dijo.
En su opinión, la doctrina es parte de la agresiva política de EEUU para mantener en solitario la hegemonía mundial, algo que Rusia y China no están dispuestos a permitir.