Rusia destinará el equivalente a 700.000 millones de dólares en los próximos años hasta el 2020 a modernizar los arsenales de las fuerzas armadas, anunció el viernes el presidente Dmitry Medvedev, aunque advirtió a las industrias militares que no eleven los precios. 

Medvedev dijo que con el nuevo plan para el reequipamiento de las fuerzas armadas rusas, las cuales dependen principalmente de armas de la era soviética, se les dotará de 600 aviones de combate nuevos, 100 buques y 1.000 helicópteros. 

Los analistas consideran que la iniciativa es irrealizable debido al continuo declive de la industria armamentista otrora orgullo de la nación. 

Durante una reunión con la cúpula militar, Medvedev censuró con severidad a los fabricantes nacionales de armas por no cumplir los pedidos que se les solicitaron en el 2010 y afirmó que los culpables serán sancionados.

Medvedev no dio detalles, pero el viceprimer ministro Sergei Ivanov dijo en febrero que las compañías armentistas fabricaron sólo cinco de 11 satélites militares que debían haber entregado en el 2010. 

Agregó que el precio de los nuevos armamentos «deben ser transparentes y comprensibles». 

Medvedev dijo que algunos fabricantes de armas ofrecen un precio bajo y después lo incrementan cuando ganan la licitación, lo cual, afirmó, es inaceptable. 

«Tenemos el dinero, sólo necesitamos establecer orden», afirmó. 

Funcionarios de las fuerzas armadas rusas se han quejado desde hace tiempo de que los fabricantes sólo ofrecen versiones ligeramente remodeladas de armas de la era soviética a precios artificialmente altos.