Rusia entierra a sus víctimas en un contexto de aumento de las medidas de seguridad

Rusia entierra a sus víctimas en un contexto de aumento de las medidas de seguridad

Moscú. AFP. Rusia se disponía este martes a entrar en el 2014 entre fuertes medidas de seguridad y con el entierro de las primeras víctimas de los dos atentados suicidas que provocaron 33 muertos en Volgogrado (suroeste), a pocas semanas de los Juegos Olímpicos de Sochi.

Volgogrado comenzó a enterrar a los muertos del atentado del domingo pasado en la principal estación de trenes de la ciudad, cuya autoría las autoridades rusas han atribuido provisoriamente a una mujer de la región conflictiva de Daguestán, en el Cáucaso Norte.

El presidente ruso, Vladimir Putin, se pronunció sobre el tema en su tradicional discurso televisado con motivo del Año Nuevo y dijo que Rusia luchará contra los terroristas hasta su eliminación social.

El Kremlin ordenó el lunes a los servicios antiterroristas reforzar la seguridad tras la explosión de un trolebús, menos de 24 horas después de un primer atentado en la estación central de Volgogrado, conocida anteriormente como Stalingrado.

El balance total de los dos atentados subió a 33 muertos, indicó a la agencia Interfax un portavoz del ministerio local de Situaciones de Emergencia, Dimitri Ulanov.

«Esta noche murió en un hospital de Volgogrado una víctima de la explosión ocurrida en la estación de tren el 29 de diciembre, por lo que el número de muertos ha subido a 18», señaló.

El mismo portavoz añadió que el balance del atentado cometido este lunes contra un trolebús había subido de 14 a 15 muertos.

El balance anterior era de 31 muertos en total: 17 en la explosión ocurrida el domingo en la estación central de tren de Volgogrado, y 14 en la del lunes por la mañana en plena hora punta, en un trolebús.

El ministerio de Sanidad indicó el lunes por la noche que seis heridos se encontraban en estado crítico y 13 en un estado grave.

Las dos potentes explosiones, no revindicadas, fueron atribuidas a dos kamikazes y los investigadores señalaron similitudes entre los explosivos empleados, acreditando la tesis de ataques coordinados.

Festejos anulados en Volgogrado. El Año Nuevo es la celebración más popular en Rusia y el inicio del período de fiestas marcado por la Navidad ortodoxa.

Miles de personas se reunirán en la Plaza Roja, junto al Kremlin, la noche del 31 de diciembre para festejar el nuevo año.

El ministerio del Interior anunció el refuerzo de los controles en las carreteras y la presencia de unidades caninas en los lugares públicos.

En San Petersburgo, la segunda ciudad del país, las autoridades decidieron anular los fuegos artificiales por los atentados.

En Volgogrado, en estado de alerta, se anularon todas las festividades por decisión de la comisión antiterrorista, mientras que las autoridades de la ciudad instaron a los habitantes a no usar fuegos artificiales.

Más de 4.000 policías y miembros de las fuerzas especiales se desplegaron en la ciudad, donde unas 90 personas fueron trasladadas a los locales de la policía para un control, indicó un representante de los servicios antiterroristas a la agencia oficial Itar-Tass.

Alexander Bortnikov, el director de los servicios secretos que se encuentra allí desde el lunes, pidió a los habitantes que se mostraran comprensivos ante estas «medidas necesarias».

Vladimir Putin prometió a Ban Ki-moon que se mantendría «en el marco del derecho internacional para llevar ante la justicia a los autores» de los atentados de Volgogrado, dijo un portavoz del secretario general de las Naciones Unidas.

Según los expertos, los atentados buscarían crear un clima de terror en el país antes del inicio de los Juegos Olímpicos de invierno de Sochi (7 al 23 de febrero), que el jefe de la rebelión islamista, Doku Umarov, instó en julio a impedir por «todos los medios».

Estados Unidos ofreció cooperar con Moscú para reforzar la seguridad del acontecimiento deportivo, anunciado como uno de los más caros de la historia con un presupuesto de 50.000 millones de dólares (36.300 millones de euros).

Rusia no respondió de inmediato a la propuesta de Washington, pero el Kremlin dijo que Putin envió un mensaje de Año Nuevo al presidente de Estados Unidos, Barack Obama, en el que señala la intención de Moscú de «seguir participando en el diálogo constructivo y en el fortalecimiento de la confianza y la comprensión» entre ambos países.

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