Moscow (Russian Federation), 30/03/2020.- Russian policemen patrol the deserted Red Square in Moscow, Russia, 30 March 2020. The Russian government has approved amendments to tighten liability for quarantine violations amid the ongoing coronavirus COVID-19 pandemic. According to the Russian Quarantine Service of Rospotrebnadzor (Russian Federal Service for Surveillance on Consumer Rights Protection and Human Wellbeing), eight people died and 1,864 cases of the COVID-19 disease have been confirmed in Russia. (Rusia, Moscú) EFE/EPA/SERGEI CHIRIKOV
Las autoridades rusas impusieron este lunes una cuarentena obligatoria en Moscú, San Petersburgo y otras quince regiones del país después de numerosos casos de incumplimiento del confinamiento voluntario ordenado la pasada semana.
“Esta es una medida justificada y necesaria para una gran urbe con muchos millones de habitantes que fue la primera (en Rusia) en toparse con el coronavirus”, aseguró ayer el presidente ruso, Vladímir Putin.
Putin instó a los moscovitas y habitantes de la región de Moscú, unos 20 millones de personas, a tomarse “con la máxima seriedad y responsabilidad” la cuarentena, y también advirtió a las autoridades de otras regiones de que el que no aplique las medidas a rajatabla será acusado de “negligencia criminal».
Seguidamente, San Petersburgo anunció una medida similar y le siguieron otras quince regiones del país, desde la parte europea de Rusia hasta Siberia y el Lejano Oriente.
Solo dos días después de que Moscú echara el cierre a todos los negocios no esenciales, el Ayuntamiento y también el Gobierno central se vieron obligados a reconocer que “no todos” obedecen la petición de “quedarse en casa». Las imágenes de negocios abiertos, gente paseando, andando en bicicleta o comiendo al aire libre, ancianos en las iglesias y turistas en el mar Negro demostraron que algunos rusos malinterpretaron las “vacaciones retribuidas” ordenadas por el presidente en su mensaje a la nación.