Destruyó objetivos civiles, dejó población sin electricidad ni agua potable, destrozó edificios y mató a por lo menos a 14 personas
El gobierno ruso tomó represalias ayer por ataque ucraniano del fin de semana contra un puente clave, y lanzó su ofensiva más grande contra Ucrania en meses, un aluvión letal contra varias ciudades que destruyó objetivos civiles, dejó a la población sin electricidad ni agua potable, destrozó edificios y mató a por lo menos a 14 personas.
El Servicio de Emergencia de Ucrania informó que alrededor de 100 personas resultaron heridas en los ataques que Rusia lanzó desde aire, mar y tierra contra al menos 14 regiones, desde Leópolis en el oeste hasta Járkiv en el este. Muchos de los ataques ocurrieron lejos de los frentes de guerra.
Si bien Rusia aseguró que los misiles tenían como blanco instalaciones militares y energéticas, algunos impactaron áreas civiles cuando la gente se dirigía al trabajo o la escuela. Uno dio en un parque de juegos en el centro de Kiev y otro en una universidad. Los ataques causaron apagones en gran parte del país, privando miles de personas de electricidad y generando una escasez tan severa que las autoridades ucranianas anunciaron detendrán exportaciones de energía a Europa a partir hoy.
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Los cortes de energía también suelen privar a los residentes de agua, dado que se requiere electricidad para hacer funcionar bombas y otros equipos. Andriy Yermak, alto asesor del presidente ucraniano Volodymyr Zelenskyy, consideró ataques no tuvieron “sentido militar” y que el objetivo de Rusia era causar “catástrofe humanitaria”.