Rusia no logra apaciguar temores sobre nuevo cartel para el gas

<p>Rusia no logra apaciguar temores sobre nuevo cartel para el gas</p>

POR CAROLA HOYOS
En Londres

Víctor Krishtenko, el ministro de Energía de Rusia, desestimó la semana pasada como una “fantasía” la idea de que su país pudiera formar una organización al estilo de la Organización de Países Exportadores de Petróleo para el gas natural con Irán, Argelia y otros países.

Sus ideas repiten las de Abdullah bin Hamad Al Attiyah, el ministro de Energía de Qatar, y otros líderes de países productores de gas que han tratado de asegurarle a los políticos europeos y analistas de la OTAN que no habrá una OPEP para el gas.

Sin embargo, prevalecen los temores de que Rusia, Argelia y otros productores de gas natural están forjando acuerdos a largo plazo que a la larga pudieran afectar el precio del gas para los clientes europeos y el acceso de las compañías de petróleo internacionales a dos de los países productores de gas más importantes del mundo.

Este mes, Vladimir Putin, el presidente de Rusia, hizo sonar la alarma cuando dijo que una OPEP para el gas sería una “idea interesante”, y añadió: “Vamos a pensar en eso”. Dijo que Rusia, Irán y otros grandes productores no deberían actuar como un cartel de precios, pero que deberían “coordinar las actividades”.

Krishtenko dijo la semana pasada que la ampliación de contactos entre productores de gas y consumidores solo sirve a un propósito: “fortalecer la seguridad energética y disminuir los riesgos”.

Lo que Rusia y otros países productores están sugiriendo es un esfuerzo a largo plazo para crear una red de influencia mediante el envío de las compañías del otro lado de la fronteras de cada uno para explorar y producir gas. Muchas compañías nacionales de petróleo y gas desean crecer y diversificarse invirtiendo internamente para competir con grupos globales como ExxonMobil y Royal Dutch Shell.

Desarrollar los campos recíprocamente sería un paso en esa dirección, lo que les permitiría mantener las ganancias que de otra manera le darían a grupos internacionales que las estarían financiando, dice Frank Harris, un analista de Wood Mckensie, la firma consultora. Grupos nacionales de energía, y los gobiernos que los controlan, también influirían la rapidez con la cual los rivales traerían gas fresco, lo que facilitaría asegurar que los precios no cayeran a largo plazo.

Sonatrach, de Argelia, ya se está preparando para optar por licencias de exploración y producción en Rusia, en un momento en que ambas compañías le están dificultando a las compañías occidentales invertir sus recursos en el gas. Dicen analistas que esos planes tienen sentido: Argelia es un experto en gas natural líquido, y Gazprom, de Rusia, está experimentada en el gas por gasoductos. Juntos suministran 46% de las necesidades totales de Europa.

Sin embargo, a los analistas también les preocupa que este tipo de acuerdos pudiera retardar las inversiones. La Agencia Internacional de Energía, el regulador de los países desarrollados, advirtió recientemente sobre un “grave riesgo de inversión insuficiente”, y ha estado particularmente preocupada por la marcha de Rusia.

Hasta ahora, lo más cercano a una alianza global de productores de gas es el Foro de Países Exportadores de Gas, que está luchando de seguir siendo importante, mientras los ministros se muestran desilusionados y se han cancelado reuniones.

Irónicamente, nuevas leyes promulgadas bajo la liberalización de la energía de la Unión Europea -que permite la reventa de gas por los clientes, mientras sigue impidiendo el acceso directo de los productores a los mercados europeos-, han ayudado a acerca a los productores.

La intensidad de su cooperación a largo plazo dependerá de lo que Bruselas haga después, además de con qué grado de seriedad compañías como Gazprom consideren que la cooperación con otros grupos nacionales de energía los ayudará a convertirse en pesos pesados internacionales.

VERSION IVAN PEREZ CARRION

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