Rusia objeta sanciones o ataques contra Irán

Rusia objeta sanciones o ataques contra Irán

MOSCU (AFP).- Rusia rechazó ayer, viernes, tanto aplicar sanciones como emprender acciones militares contra Irán, oponiéndose abiertamente así a Estados Unidos, que en días pasados dejó claro que no excluye ninguna opción para frenar las ambiciones nucleares de Teherán. “Consideramos que un conflicto armado es inaceptable y que es imposible resolver el régimen de no proliferación de Irán por medios militares”, declaró Serguei Kisliak, viceministro de Relaciones Exteriores, citado por la agencia rusa Interfax.

Por estos motivos, prosiguió Kisliak, “estamos categóricamente en contra de recurrir a la fuerza en ese asunto”.

“No se podrá hablar de sanciones hasta que no haya hechos que confirmen que Irán no se ocupa únicamente de actividades nucleares pacíficas”, precisó, por su parte, el portavoz de la diplomacia rusa, Mijail Kamynin.

Las declaraciones de los responsables rusos subrayaron abiertamente las diferencias entre Moscú y Washington, cuando falta una semana para la fecha límite del 28 de abril fijada por el Consejo de Seguridad de la ONU para que Irán suspenda sus actividades de enriquecimiento de uranio.

Asimismo aumentaron las dudas sobre la capacidad de Estados Unidos de lograr un consenso entre los cinco miembros permanentes del Consejo de Seguridad, entre ellos Rusia, sobre esa imposición de sanciones a Teherán que desean los estadounidenses.

El 28 de abril, el director de la Agencia Internacional de Energía Atómica (AIEA), Mohamed ElBaradei, presentará un informe sobre la actual situación del programa nuclear iraní en el que se basará el máximo órgano de Naciones Unidas para adoptar una posición.

La firmeza demostrada este viernes por Moscú frente a Washington es “lógica”, afirmó Radjab Safarov, director del Centro de estudios de Irán Contemporáneo y consejero del Parlamento y de la diplomacia rusos.

“Las negociaciones sino-estadounidenses no dieron ningún resultado. China no se dejó comprar y se negó a sumarse a la coalición antiiraní encabezada por Washington junto con franceses y británicos”, explicó a la AFP.

Safarov se refería a la visita del presidente chino, Hu Jintao, a Estados Unidos, durante la cual el mandatario de Pekín hizo patente el rechazo categórico de China —que también es miembro permanente del Consejo de Seguridad— a cualquier solución de la crisis nuclear iraní que no sea pacífica.

“Hoy (viernes), de golpe, los rusos dieron a entender que no transigirán respecto a las sanciones” contra Teherán, señaló Safarov, al recordar los importantes contratos económicos que Rusia perdería en Irán, donde construye la primera central nuclear civil del país, si apoya a Washington.

Moscú, además, suministrará a Irán en 2006 sistemas de defensa antiaérea TOR M1, pese a la protesta estadounidense.

“Llegó el momento de que Rusia se reafirme como una gran potencia mundial. Moscú centra su interés en romper el equilibrio actual de un mundo unipolar e Irán es un medio perfecto, único, para acabar con ese sistema unipolar” dominado por Washington, concluyó el experto ruso.

Los analistas de Moscú, sin embargo, se mostraron reticentes sobre la capacidad rusa de contrarrestar en la práctica los planes de Washington con respecto a Irán.

Moscú “puede, retóricamente, pronunciarse contra toda intervención pero, en la práctica, no tiene los medios para oponerse a Bush si éste decide bombardear Irán”, consideró el analista ruso Vladimir Pribylovski.

“Esa retórica es, esencialmente, para uso de la propaganda interna, para hacer creer en el rango internacional recuperado por Rusia”, explicó.

Estados Unidos y la Unión Europea se oponen a la reivindicación de Irán de tener su propio programa nuclear civil porque sospechan que el deseo iraní de producir combustible nuclear encubre, en realidad, la fabricación de bombas atómicas.

EU congela venta armas

Washington (EFE).- Estados Unidos, convencido de que ya es hora de tomar medidas para frenar los planes nucleares de Irán, pidió ayer a otras naciones, especialmente a Rusia, que congelen la venta de armas y de tecnología a Teherán.

“Es hora de que los países usen sus influencias contra Irán”, dijo en rueda de prensa el secretario de Estado adjunto de EEUU, Richard Burns, quien acaba de regresar de Moscú, donde discutió la estrategia a seguir en el caso iraní con responsables de Rusia, China y la troika europea (Alemania, Francia y Reino Unido).

A su juicio, es importante que otras naciones prohíban “la exportación de tecnologías de doble uso (civil y militar) que Irán pueda utilizar para construir su programa nuclear”.

Burns fue más allá, al afirmar que “es muy importante que países como Rusia congelen cualquier venta de armas prevista a Irán”.

El pasado diciembre las autoridades rusas anunciaron la venta de misiles antiaéreos Tor M-1 a Teherán y “esperamos y confiamos en que la operación no siga adelante, porque no es momento de hacer negocios con el Gobierno iraní”, añadió.

En respuesta, altos funcionarios rusos reiteraron hoy que Moscú venderá misiles antiaéreos al régimen de Teherán a pesar de la “grave” situación en torno al programa nuclear iraní.

Rusia mantiene que no suspenderá la venta de armas a países denostados por Washington como Irán y Siria a no ser que el Consejo de Seguridad de la ONU adopte sanciones contra esos regímenes.

El responsable estadounidense aseguró que las consultas mantenidas en Moscú sirvieron para constatar, una vez más, que todos los países implicados, incluidos Rusia y China -los más reacios a imponer sanciones a Irán-, están totalmente de acuerdo en que hay que impedir que ese país se haga con armas nucleares.

Todos coinciden, añadió, en que “deberíamos actuar colectivamente, hablar con una voz y tomar una serie de acciones para aislar a los iraníes”.

Burns aseguró que están de acuerdo además en que, si es necesario, hay que pensar en “medidas punitivas, diplomáticas y económicas” para presionar al régimen de Teherán.

Algunos de esos países ya están considerando sanciones a nivel individual o colectivo, como es el caso de la Unión Europea (UE), explicó.

Hay consenso, según Burns, en que “tenemos que pensar cómo traducir nuestro acuerdo en algo específico en el Consejo de Seguridad” de la ONU, aunque todavía no se ha pactado ninguna “táctica específica a seguir”.

En la misma conferencia de prensa, el secretario de Estado adjunto para Control de Armas y Seguridad Internacional, Robert Joseph, explicó que los últimos anuncios de las máximas autoridades iraníes sobre sus progresos nucleares demuestran claramente que “han puesto los dos pies en el acelerador”.

Joseph, que acaba de realizar una gira por los países del golfo Pérsico para analizar posibles medidas respecto al contencioso iraní, aseguró que había discutido la posibilidad de poner en marcha una serie de acciones “financieras” y “defensivas” como medida de presión para lograr que triunfe la diplomacia.

Burns confió también en que funcione la diplomacia aunque, según él, “a veces las palabras no son suficientes en diplomacia. Tienen que combinarse con acción” y convertirse en lo que definió como “acción diplomática”.

“Hay muchos países que comercian con Irán, que tienen relaciones comerciales de miles de millones de dólares y deben empezar a repensar” esa relación, según Burns, quien insistió en que, en general, todos los países deben “abstenerse de realizar ventas militares o de armas” a Teherán.

Los iraníes parecen no estar demasiado preocupados por las advertencias de EEUU, ya que el ministro de Comercio de Irán, Mahmud Mir Kazemi, manifestó hoy desde Bielorrusia que Teherán es “autosuficiente” militarmente, y que no necesita adquirir armamento en el exterior.

También el presidente iraní, el ultraconservador Mahmud Ahmadineyad, afirmó esta semana que el Ejército de su país es uno de los más poderosos del mundo y amenazó con “cortar las manos a quienes piensen agredir” a la República Islámica.

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