Moscú (EFE).- Rusia anunció ayer que propone a Estados Unidos la firma de “acuerdos vinculantes” para garantizar que no dirigirán sus potenciales militares el uno contra el otro.

Esta iniciativa se debe a los planes de EEUU de desplegar su Sistema Nacional de Defensa contra Misiles (NMD), en particular en Europa del este cerca de las fronteras de Rusia, informó Alexandr Kramarenko, director del departamento de planificación del Ministerio ruso de Asuntos Exteriores.

“En cuanto al despliegue global del NMD de EEUU, Rusia se propone continuar el dialogo para lograr acuerdos jurídicamente vinculantes que garanticen que los potenciales militares de ambos países no estén dirigidos el uno contra el otro”, dijo el diplomático ruso.

Moscú se propone “continuar los esfuerzos diplomáticos para explicar las consecuencias desestabilizadoras que tendrá el despliegue del NMG global, incluida la implantación de sus elementos en Europa”, subrayó Kramarenko en entrevista a la agencia Interfax.

Agregó que si EEUU no lleva a cabo el despliegue del NMD en un ambiente de “transparencia, apertura y confianza”, se producirá “un empeoramiento de la situación internacional que afectará los intereses de seguridad de un amplio círculo de estados”.

Aunque Rusia y EEUU anunciaron hace años que dejaban de apuntar sus misiles estratégicos el uno contra el otro, Moscú recibió a regañadientes los planes de Washington de emplazar su “paraguas nuclear” en países europeos como Polonia y la República Checa.

El presidente ruso, Vladímir Putin, criticó la semana pasada estos planes y calificó de “inconsistentes” los argumentos de EEUU de que el objetivo del NMD es interceptar posibles lanzamientos de cohetes balísticos por Irán o por grupos terroristas.

Putin dijo que Rusia se ve obligada a reforzar su “seguridad exterior” y que sus respuesta será “asimétrica y muy eficaz”, en alusión al desarrollo de nuevos armamentos estratégicos que el futuro “escudo antimisiles” estadounidense, diseñado para abatir cohetes balísticos tradicionales, no podrá interceptar.

En el mismo sentido, Kramarenko indicó que Moscú “actualiza” su política exterior para tomar en cuenta las “consecuencias que pueden tener para la seguridad nacional de Rusia”” el acercamiento de la infraestructura militar de la OTAN a sus fronteras y el despliegue de componentes del NMD en Europa del este.

Señaló que en virtud de estos planes, “la presencia militar de EEUU en Europa adquiere una nueva calidad estratégica, pues incluirá ya no sólo el traslado de unidades militares a Bulgaria y Rumanía, sino también el despliegue de elementos del NMD, previsiblemente en Polonia y la República Checa”.

Añadió que las relaciones de Moscú con la OTAN dependerán de la medida en que ésta sea capaz de respetar los intereses de seguridad de Rusia y, en particular, de frenar el narcotráfico procedente de Afganistán, donde la Alianza dirige la Fuerza Internacional de Asistencia a la Seguridad.