Moscú.  Moscú reconoció hoy que un caza ruso Su-30 se aproximó en el espacio aéreo de Siria a un avión de Estados Unidos para identificarlo, pero negó que fuera una maniobra de intimidación.

“Nuestro caza se aproximó a una distancia de 2-3 kilómetros, pero no para asustar a nadie, sino para identificar dicho objetivo y su origen”, dijo Ígor Konashenkov, portavoz del Ministerio de Defensa ruso, a medios locales.

El general ruso explicó que esto ocurrió el sábado- “El sistema de alerta con el que están equipados todos nuestros aviones localizó la presencia de un aparato volador desconocido».

Una vez identificado que el avión pertenecía a EEUU, “el Su-30CM regresó a su escuadrilla para seguir cumpliendo con la misión asignada”, aseguró.

En ese momento, el Su-30 se encargaba de guardarle las espaldas a los aviones rusos que bombardeaban las posiciones del grupo terrorista Estado Islámico.

“No es la primera vez que ocurre. Nuestros pilotos detectan bastante a menudo en el espacio aéreo sirio no sólo aviones de EEUU, sino también aparatos no tripulados”, destacó el oficial ruso.

Y recordó a EEUU que, al contrario que en el caso de la coalición internacional, la aviación rusa se encuentra en territorio sirio a petición del Gobierno de Damasco.

Además, en su parte diario sobre la campaña aérea rusa, el general informó de que los aviones rusos atacaron en las últimas 24 horas hasta 40 objetivos de los yihadistas en el país árabe en las provincias de Alepo, Idleb, Latakia, Hama y Deir ez Zor.