Rusia ve derrumbe estrategia Bush en Irak

Rusia ve derrumbe estrategia Bush en Irak

MOSCÚ (EFE).- Rusia cree que la muerte del presidente del Consejo de Gobierno de Irak, Ezedín Salim, cuestiona el actual modelo de arreglo en Irak y refuerza la necesidad de un contingente internacional con mandato de la ONU y amplia participación árabe. El Kremlin condenó el asesinato este lunes en Bagdad de Salim y otras ocho personas en un atentado con coche-bomba y subrayó que este ataque pone de nuevo en tela de juicio la actuación en Irak de Estados Unidos y su aliados.

El viceministro de Exteriores ruso, Yuri Fedótov, dijo que el atentado contra Salim lanza un aviso claro: «es preciso reconsiderar el propio modelo de arreglo iraquí a fin de garantizar su indispensable transparencia y, lo más importante, asegurar la comprensión y apoyo al pueblo de Irak».

Para el Kremlin, la incapacidad de EEUU y el resto de países ocupantes a la hora de garantizar la seguridad en Irak pone en jaque el traspaso de poderes a la Administración local provisional previsto para el próximo 30 de junio.

Moscú ha acusado en varias ocasiones a Washington de pretender dar un maquillaje de legitimidad a la transferencia de las riendas de la administración de Irak a autoridades nacionales, cuando, en realidad, el control de la situación seguirá en manos del Pentágono, según el Kremlin.

«La formación de ese Gobierno, al que se devolverá la soberanía y se convertirá en Administración provisional tras el 30 de junio, debe responder a los intereses de los propios iraquíes y ha de ser legítima ante los ojos de la comunidad mundial y, en primer lugar, de los vecinos de Irak», dijo Fedótov.

El viceministro ruso insistió en que sólo de esta manera «las nuevas instituciones de Irak podrán contar con el apoyo de los ciudadanos y resolver de forma eficaz los problemas apremiantes del país».

Aunque este pasado fin de semana Rusia y EEUU acercaron sus posturas en torno a Irak, merced a la visita que hizo a Moscú la consejera de Seguridad Nacional norteamericana, Condoleezza Rice, la muerte de Salim reafirmó hoy al Kremlin en sus críticas a la estrategia de la Casa Blanca en Bagdad.

Moscú volvió a insistir en la necesidad de convocar una conferencia internacional que concrete el proceso de transición y reclamó al Pentágono que delegue el control militar de Irak a una fuerza bajo mandato de la ONU y en la que los países árabes tengan una presencia destacada.

Según el Kremlin, en esa conferencia, sobre la que Washington ya ha manifestado sus objeciones, deberían participar los vecinos de Irak, todas las fuerzas políticas iraquíes y los miembros del Consejo de Seguridad de Naciones Unidas, entre los que se cuenta Rusia.

En cuanto a la responsabilidad de la seguridad en Irak, el ministro de Exteriores ruso, Serguéi Lavorv, sostuvo hoy, tras reunirse con su colega iraní, Kamal Jarrazi, que debe corresponder a una fuerza internacional que incluya un contingente árabe.

«Creo que debe ser una fuerza multinacional que conserve la presencia de tropas norteamericanas y de otros países (con efectivos en Irak), y que esté reforzada por soldados de terceros Estados, árabes en particular», explicó Lavrov.

El jefe de la diplomacia rusa añadió que el mandato de esas fuerzas multinacionales «debe subordinarse completamente a la tarea de garantizar la seguridad y otras condiciones necesarias para un proceso político, en primer lugar los preparativos de las elecciones de 2005 y la recuperación de una vida normal» en el país.

Lavrov insistió en que EEUU haga un traspaso de poderes real y que el nuevo Gobierno represente a los grupos religiosos y políticos claves de Irak.

«El nuevo Gobierno debe ser realmente iraquí y realmente soberano, aunque difícilmente podrá garantizar por sí solo la seguridad en Irak», de ahí la necesidad de esas fuerzas internacionales con mandato de la ONU, dijo Lavrov.

El Kremlin también criticó las medidas de fuerza que están adoptando las tropas norteamericanas y británicas en Irak y señaló que son contraproducentes por la reacción popular que desencadenan y por el peligro que suponen para el nuevo Ejecutivo interino.

«Están plantando una mina que amenaza al futuro Gobierno del país», indicó en otro comunicado oficial del ministerio de Exteriores.

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