Moscú.– Rusia consideró hoy inevitable, al tiempo que una amenaza para la seguridad nacional, la salida de Estados Unidos del primer tratado de desarme nuclear de la Guerra Fría, INF, que Washington se propone abandonar este sábado.
“El 2 de febrero EEUU dejará de cumplir sus obligaciones en el marco del tratado. Ese es un paso serio y significa, de facto, que Washington se libera de cualquier clase de restricción”, dijo a la televisión pública el viceministro de Exteriores Serguéi Riabkov.
Riabkov, que consideró un fracaso las consultas celebradas el jueves en Pekín con su homóloga estadounidense, Andrea Thompson, matizó que la duda radica en si la Casa Blanca comunicará inmediatamente al Kremlin su renuncia al INF.
En principio, una vez denunciado, EEUU tendría seis meses para formalizar su denuncia del tratado de eliminación de misiles de corto y medio alcance suscrito en 1987, plazo en el que Washington, teóricamente, podría cambiar de opinión.
Con todo, Riabkov consideró que la salida del INF es “irreversible” a la vista de las declaraciones del presidente de EEUU, Donald Trump, y sus asesores en el ámbito de la seguridad. “Esta partida ya está jugada. Los estadounidenses, por supuesto, desecharán finalmente al tratado.
De esa forma, asestarán un golpe brutal al todavía vigente sistema de control de armamento y a la no proliferación de armas de destrucción masiva”, señaló. Riabkov alertó que “en el peor de los escenarios ahora mismo pueden aparecer en tierra 24 misiles de crucero Tomohawk con cargas nucleares».
“Cuando en Polonia sea desplegado el ‘Aegis Azhore’ (…), habrá un total de 48 cohetes con un alcance de 2.500 kilómetros. No podemos ignorar dicha amenaza”, explicó y denunció que dichos misiles cubrirían varias zonas de la parte europea de Rusia.
A su vez, reconoció que Moscú teme que EEUU abandone también en un futuro el tratado START-3, que limita el armamento estratégico ofensivo, que expira en 2021. EEUU y la Alianza Atlántica han exigido a Rusia que destruya el misil de crucero Novator 9M729 (SSC-8, según la clasificación de la OTAN), al considerar que viola el INF al superar los 500 kilómetros de alcance.
Mientras, Rusia considera “inadmisible” la petición y argumenta que el Novator tiene un alcance de sólo 480 kilómetros, por lo que se enmarca dentro del tratado.
Además, advierte que no reconocerá en ningún caso la salida unilateral de EEUU del tratado INF y que ésta tendrá “un valor insignificante desde el punto de vista jurídico».
EEUU dio de plazo a Rusia hasta 2 de febrero para cumplir de manera “verificable” el INF, ultimátum que fue rechazado por el presidente ruso, Vladímir Putin, que acusa a Washington de aumentar el riesgo de una guerra nuclear en el mundo al abandonar tratados de desarme claves para la seguridad internacional.