La pasada semana se estreno “Capitán de mar y guerra”, última película de corte épico que protagoniza Russell Crowe. La cinta narra las aventuras guerreras del Capitán Jack Aubrey a bordo del navío HMS Surprise de la Armada Inglesa. En 1805, Aubrey recibe órdenes de capturar el buque insignia de la Armada Francesa, desatando en las inmensidades oceánicas una ruda odisea a través de muchos mares y diversas tierras.

De personalidad rebelde y complicada, Russell Crowe ha protagonizado uno de los ascensos más espectaculares hacia la fama de los últimos años. Actor con mucho carácter y capaz de interpretar personajes del pasado, del presente y del futuro, ha demostrado su arte en papeles como el de asesino virtual en “Virtuosity” o el del policía enamorado en “L.A. confidential”.

Adorado por la taquilla, deseado por las mujeres y rodeado de glamour y aventuras amorosas, Crowe ha sido calificado por la prensa como el nuevo Marlon Brandon.

Nacido en el seno de una familia dedicada al mundo del espectáculo, en Nueva Zelanda, su familia se mudó a Sydney, Australia, cuando tenía 4 años. Su relación con el séptimo arte empezó siendo muy joven. Sus padres se encargaban del servicio de casting en rodajes de películas y, a menudo, iba con ellos para ayudarles.

Sus primeros pasos artísticos fueron en un show de una televisión australiana como niño estrella. A los 14 años Russell regresó a Nueva Zelanda para finalizar sus estudios en el instituto. Allí conoció a Dean Cochran y juntos formaron el grupo Roman Antix. La música se convirtió entonces en su dedicación principal y grabó varias canciones con el nombre de Russ Le Roq. Una de esas primeras canciones se titulaba «Quiero ser como Marlon Brando».

Cuando tuvo la oportunidad de tomar clases en el Instituto Nacional de las Artes Dramáticas de Sydney, decidió no ir. Continuó asistiendo de un trabajo a otro, desde camarero a actor callejero en King Cross, en Sydney, y siguió con las audiciones y castings a la espera de debutar en una película.

[b]BUENA OPORTUNIDAD[/b]

Con el tiempo, el joven Russell fue participando en diferentes películas y consiguió labrarse un nombre en Australia, su tierra de adopción.

Su reconocimiento internacional llegó con dos películas: «Romper Stomper», que le valió el respeto de la comunidad cinematográfica australiana y «Nosotros dos», que hizo que empezaran a hablar de él en la industria americana.

El azar quiso que Sharon Stone escuchara hablar de la brillante actuación de Crowe en “Romper Stomper”. Acto seguido, la actriz le reclamó para que apareciera en su película “Rápida y mortal”, que le abrió definitivamente las puertas al cine norteamericano. Poco después, consiguió un importante papel junto a Denzel Washington en “Virtuosity”, donde Crowe protagonizaba a un asesino en serie virtual. A partir de ahí empezaron a lloverle las millonarias ofertas.

Su filmografía incluye títulos de la talla de “L.A. confidential”, exquisita película sobre corrupción policial ambientada en Los Angeles de los años 50. Este film tuvo mucho éxito y, aunque la crítica destacó la interpretación de Crowe, el actor no consiguió la nominación al Oscar en aquella ocasión.

Pero no tendría que esperar mucho para poder optar a las deseadas estatuillas: la Academia le nomina en tres ediciones consecutivas por sus papeles en “El dilema”, “Gladiator” y “Una mente maravillosa”. El resultado: un Oscar en la estantería de su casa por su magnífica interpretación de General Máximo en la épica “Gladiator”.