Ruta china de la seda de US$1,4 billones supera al Plan Marshall

Ruta china de la seda de US$1,4 billones supera al Plan Marshall

Bloomberg
Las aspiraciones chinas de reactivar una antigua ruta comercial que se extendía de Asia a Europa podrían dejar una herencia económica mayor que el Plan Marshall o la ampliación de la Unión Europea según un nuevo análisis.

Denominado ‘Un cinturón, una ruta’, el plan de construir líneas férreas, autopistas y puertos aumentará el estatus de poder blando de China al difundir prosperidad económica en una época de mayor incertidumbre política tanto en los EE.UU. como en la UE, según Stephen L. Jen, CEO de Eurizon SLJ Capital Ltd., que calcula para el proyecto un valor de US$1,4 billones.

También fortalecerá los lazos comerciales y contribuirá a internacionalizar el yuan conforme los bancos abran sucursales a lo largo de la ruta, según Jen.

“Este es el ejemplo por antonomasia de un acontecimiento geopolítico que probablemente sea trascendental para la economía mundial y el equilibrio de poder político a largo plazo”, señaló Jen, execonomista del Fondo Monetario Internacional.
La Ruta de la Seda del Cinturón Económico, que llega de Oriente a Occidente, se extenderá del centro de Asia hasta Europa, y la Ruta de la Seda Marítima unirá las rutas marítimas con el sudeste asiático, Oriente Medio y África.

Si bien las autoridades chinas no califican la Ruta de la Seda de nuevo Plan Marshall, eso no impide las comparaciones con el esfuerzo de los EE.UU. para reconstruir Europa occidental después de la II Guerra Mundial.

Jen calcula que el Proyecto Un cinturón, una ruta, que podría incidir en 64 países, 4.400 millones de personas y alrededor del 40 por ciento de la economía mundial, tendrá doce veces la magnitud del Plan Marshall en términos absolutos de dólar. China podría invertir el 9 por ciento del producto interno bruto –aproximadamente el doble del impulso estadounidense a la Europa de posguerra en esos términos-.
“El Proyecto Un cinturón, una ruta, desde el punto de vista de su magnitud, podría ser varias veces más grande y más ambicioso que el Plan Marshall o la ampliación europea”, dijo Jen.

No todo son ventajas. Emprender un plan expansivo como este inevitablemente correrá el riesgo de que haya corrupción, demoras en los proyectos y oposición local. Los proyectos financiados por los chinos con frecuencia se toparon con problemas en el pasado, en especial en África, y no hay garantías de que las posibles naciones receptoras levanten la mano para recibir ayuda.

Por otra parte, para reactivar esa ruta hará falta financiamiento durante un período de desaceleración del crecimiento y aumento de los préstamos en mora en los bancos del país. Enviar dinero al exterior cuando se lo necesita en el país podría no tener un atractivo perdurable.

Sin embargo, al menos China tiene un plan.

“El hecho de que este sea un plan a treinta o cuarenta años es notable, ya que China es el único país con un plan de desarrollo a largo plazo, y esto pone de relieve la política de largoplacismo de China, en contraposición al predominio del cortoplacismo en gran parte de Occidente”, apuntó Jen.

Y esa es una postura que tiene todas las de ganar en lo que hace al poder blando.
El Proyecto Un cinturón, una ruta podría ser un gigantesco ejercicio de relaciones públicas que podría obtener apoyo de los gobiernos y el público de esos países”, agregó.

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