La provincia Sánchez Ramírez apuesta al desarrollo local a través del ecoturismo para lo cual se creó la primera “Ruta Turística del Arroz”. Se trata de un recorrido por los diferentes niveles de producción del cereal: desde la siembra, molienda con pilones, máquinas básicas hasta el nivel industrial.
En esta demarcación se produce el 7% de todo el arroz del país con alrededor de 120,000 tareas y hay instaladas 24 factorías que procesan el 47% del total del cereal, cuya producción nacional se estima en alrededor de 12 millones de quintales al año.
La ruta fue lanzada el pasado mes de febrero a través del Club Rotario de Cotuí y el Consejo de Desarrollo Ecoturístico de esa provincia con apoyo de la minera Barrick Gold.
Hasta el momento el proyecto ha tenido buen arranque según Frank Sánchez, coordinador de la ruta, pues ha logrado un dinamismo comercial y cultural en las comunidades incluidas en el paseo.
La ruta. El recorrido inicia en el municipio cabecera de Cotuí en el restaurant Tataramuza donde los visitantes degustan la Oryza (nombre científico de la planta) una bebida a base de arroz y piña, así como postres derivados. Allí se presenta un video destacando la producción nacional del cereal y sus propiedades alimenticias.
Posteriormente se llega a Villa la Mata donde se visitan varias parcelas con diferentes niveles de siembra y cosecha. También se observan los primeros almacenes o silos que datan de la década del 60.
Allí se realiza una visita la factoría J. Rafael Núñez, una de las más grandes y moderna de la región donde a diario se procesan 1,200 sacos de arroz.
Esta empresa cuenta con silos que puedan almacenar entre 10,000 a 20,000 sacos hasta por seis meses. Cuenta con una máquina para separar los granos blancos de otros y así tener un producto de más calidad y genera energía con paneles solares. Por cada fanega de arroz de 120 kilos, se producen 165 libras, según explicaron técnicos de la empresa.
Con 600 empleados, la factoría es la segunda generadora de empleos en la provincia, después de la minera Barrick.
Reciclaje. Luego los visitantes pueden observar los cabos de agua o un sistema controlado de riego de las parcelas en los cuales se recicla el agua que reciben del río Yuna para un mejor aprovechamiento.
Cultura. Más adelante en la comunidad El Pozo se obtiene una experiencia cultural interesante con el piloneo o molienda manual por grupos de mujeres.
En esta humilde comunidad muchos hogares aún conservan la tradición de comer el arroz molido manualmente o tostado. Esta forma del producto es demandado por visitantes que pueden adquirirlo a través de una asociación de mujeres según explicó Esperanza de la Cruz.
Al llegar al Pozo, Los lugareños ofertan al visitante cánticos y bailes tradicionales a ritmo contagioso.
La ruta sigue hacia Los Corrozos donde se usa la molienda básica con una máquina a pequeña escala donde los comunitarios llevan el arroz en cáscara para ser limpiado.
A seguidas se puede observar la famosa compuerta, una infraestructura hidráulica, construida en los años 50, que distribuye el agua del río Yuna a las provincias arroceras La Vega, Sánchez Ramírez y Duarte.
El final del recorrido termina en el restaurante El Muro, ubicado en la presa de Hatillo, donde el ambiente natural es bastante acogedor.
Apoyo. Sánchez destacó el apoyo de las autoridades de Turismo y los cabildos de Cotuí y Villa Las Mata, así como de la minera Barrick, la cual ha estado involucrada en la “Ruta del arroz” y otras iniciativas de participación comunitaria para el desarrollo local.
Arlina Peña, gerente de Comunicaciones, de la minera, dijo que el apoyo es parte de la responsabilidad social de la minera que tiene como compromiso y meta de fomentar el desarrollo sostenible de la provincia con el apoyo de las actividades agrícolas, ambientales y sociales.
Sánchez indicó que se trata de un producto turístico que ofrece experiencia agradable y educativa sobre el cultivo del arroz y en el cual convergen diversos factores que intervienen en la producción lo que la hace de la ruta “una experiencia única”.
“El ecoturismo tiene un impacto positivo para las comunidades y el medio ambiente; las comunidades se han ido beneficiando de manera directa”, manifestó.
Declaró que a partir de la ruta algunos residentes en las comunidades se están integrando con ventas de productos alimenticios y ferias de manualidades.