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El senador Tonty Rutinel Domínguez renunció a la presidencia de la Comisión de Reforma y Modernización del Congreso y la Cámara de Cuentas y, de paso, advirtió que quienes decretaron la muerte de ese proceso de transformaciones ahora pretenden asaltar el bufete directivo del Senado para chantajear al próximo gobierno y negociar impunidades.
Asimismo, el representante de Santo Domingo pidió al Partido Revolucionario Dominicano (PRD) que intervenga ante estos graves problemas, «evitando permanecer como espectador insensible e indiferente.»
Rutinel Domínguez formula estos planteamientos en carta dirigida al presidente del PRD, Vicente Sánchez Baret, y al presidente del Senado, Jesús Vásquez Martínez.
Expresa que el presidente Hipólito Mejía fue enterado por él de la alegada corrupción en la Cámara de Cuentas y agrega que «cinco influyentes senadores», cuyos nombres no aporta, convencieron al mandatario para que ratificara a los miembros de la entidad fiscalizadora de los fondos públicos.
Afirma que esos legisladores echaron por la borda cinco años del proceso de modernización y reforma del Congreso y la Cámara de Cuentas.
«Mi actitud no obedece a presiones, chantajes o calumnias que puedan hacer torcer el camino de una conducta familiar y personal definida», afirma Rutinel Domínguez.
«Lamento profundamente todo lo sucedido, pero no me queda más camino que dejarles a ustedes la presidencia de la Comisión de Modernización y denunciar por este medio, que con su aviesa posición han decretado la muerte y abierto la sepultura de la Reforma», resalta el congresista.
Se pregunta si lo que se busca es establecer impunidad con esa Cámara de Cuentas y a seguidas añade que quien haya cometido errores debe pagar por ellos, «sea quien sea, pase lo que pase y caiga quien caiga.»
Tras significar que no se trata únicamente de la Cámara de Cuentas, el legislador oficialista agrega que tiene la creencia de que esto es el lúgubre comienzo de un ardid que cae en el marco de una programación general.
«Mi problema es haber puesto al descubierto el plan. El paso a seguir es el asalto al bufete del Senado, al haber fracasado con el de la Cámara de Diputados», sostiene Rutinel Domínguez.
Señala que como sucedía en el período de la presidencia pasada del Senado, que encabezó Andrés Bautista García (PRD-Espaillat), «hoy pretenden que el organismo sea dirigido desde otro lugar, convertirnos en marionetas, en títeres exhibidos al mejor postor, con el objetivo de negociar impunidades o chantajear al próximo gobierno, decretando la muerte de la modernización y los profundos cambios que habían empezado a aplicarse con firmeza, responsabilidad, de manera franca y abierta por el actual presidente del Senado y un grupo de senadores, que tratarán de evitar la vuelta de ese inicio pasado.»
«Espero que no puedan completar su tercero y cuarto planes. El país, la sociedad, los está observando y no los dejará completar tan macabra obra», resalta Rutinel Domínguez.
El congresista afirma que el Senado cometió una atrocidad al desoír el informe de la comisión especial, que, encabezada por el senador Ramón Alburquerque, de Monte Plata, recomendó la auditoría a la Cámara de Cuentas.
«Nuestra institución, el Senado de la República, se hunde en el pantano y el lodo y quienes se prestaron a votar en contra del informe de la Comisión Especial se hacen no solamente cómplices, sino reos de esa iniquidad», afirma Rutinel Domínguez.
