Tú, sigue firme en todo aquello que aprendiste, de lo cual estás convencido. 2 Timoteo 3: 14
Hay personas que se dejan persuadir por todo y nunca hacen lo que tienen que hacer, porque alguien les hizo cambiar de opinión. No pueden mantener su posición ante los hechos. Esto es terrible, ya que al final de cuentas se hace lo que los demás quieren.
Esto es muy común en las personas que no tienen identidad, los cuales no saben defender lo que quieren. Así, dejan a un lado sus deseos, metas, planes, por lo que el otro quiere. Esto provoca una frustración tan grande que consideran que no son nadie y que no valen.
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Por esto vemos tantas personas haciendo lo mismo. Cuando están decididos a no hacer algo, viene alguien y los induce a cambiar de opinión, y terminan haciendo lo que aquellos quieren. Pero Jesús vino a darnos identidad para que defendamos nuestra posición.
Mantengamos nuestra postura cuando no queremos hacer algo, si ya en el espíritu lo hemos sentido. Que nadie nos convenza de cambiar, porque ya sabemos lo que tenemos que hacer y lo que nos conviene.