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Nuevo género de primate en Africa
Científicos estadounidenses han identificado por primera vez en 83 años un nuevo género de primate africano, según un estudio que hoy publica la revista “Science”.

Se trata de un mono identificado como “Rungwecebus kipunyi” que tiene su hábitat en los arboles de las selvas de Tanzania.

“Esta es una gran noticia porque demuestra que de ninguna forma ha concluido la era del descubrimiento”, según William Stanley, coautor del estudio y director de la Colección de Mamíferos del Museo Field que alberga los únicos restos conocidos del primate.

“Encontrar un nuevo género del grupo de mamíferos más estudiados es un recordatorio de lo mucho que nos queda por aprender acerca de la bíodiversidad del planeta”, según Lin Olson, curador de mamíferos del Museo de la Universidad de Alaska.

El nuevo mono africano fue descrito científicamente el año pasado sobre la base de fotografías y en ese momento se le clasificó en el género de “Lophocebus” o mangabeys, un mono de Madagascar que tiene pelaje gris y una larga cola.

Pero, poco después, un mono “kipunyis” murió en la trampa de un granjero, lo que permitió analizar sus características físicas así como las muestras de su tejido a nivel molecular.

La investigación determinó que el “kipunyi” pertenece a un género totalmente nuevo emparentado con los mandriles, señalaron los científicos.

   De apariencia similar a los mangabeys, los “kipunyi” tienen un pelaje gris marrón y blanco en la región abdominal, así como una larga cola curva. Sobre su cabeza lucen una cresta ancha formada por pelo erecto.

Los machos se comunican mediante una especie de ladrido alto y sus principales alimentos son las hojas, flores, frutas, líquenes e invertebrados. EFE

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¿Niño o niña?

“¿Quiero un niño o una niña?” Especialistas en Estados Unidos pueden resolver la eterna duda o complacer el capricho de muchas parejas, dispuestas a desembolsar pequeñas fortunas para tener el controvertido privilegio de decidir el sexo de su bebé.

 Con el argumento de querer “balancear la familia”, personas como la canadiense Melissa Vatkin pueden dejar 19.000 dólares en clínicas estadounidenses para someterse a un proceso de selección sexual innovador, prohibido en casi todo el mundo por ética y por miedo a que pueda empeorar el desequilibrio entre varones y mujeres en países como China e India.

Pero para quienes creen en el proceso de concebir el bebé del sexo deseado, al que los médicos garantizan 99% de probabilidades, el diagnóstico de preimplantación genética, o PGD, es un verdadero don divino.

 “Este tratamiento nos ha permitido realizar nuestro sueño”, dijo Vatkin, de 36 años, que hace poco se convirtió en madre de su cuarto hijo, un niña cuyo sexo fue solicitado en uno de estos laboratorios.

 “Estábamos desesperados por tener otra niña y nuestra hija deseaba a todo lugar una hermanita”, contó Vatkin quien, con su esposo Shawn, dueño de una compañía petrolera, tienen además una niña de seis años y dos niños de cuatro y dos.

 “Era importante para nosotros balancear la familia”, agregó esta residente de la provincia canadiense de Columbia Británica (oeste).

 “El equilibrio familiar” es el motivo que alega la mayoría de las 2.000 parejas que han acudido al experto en fertilidad Jeffrey Steinberg, quien desde hace unos tres años se ha convertido en pionero de la comercialización de la selección de género.  EFE

 “A veces estas parejas tienen cuatro o cinco hijos de un mismo sexo y buscan desesperadamente uno del sexo opuesto, quieren balancear sus familias de alguna manera”, explicó el doctor Steinberg a la AFP.

 Por más de dos años, los Vatkin, con los tres niños a cuestas, rodaron 2.100 km desde su casa en Canadá hasta el Instituto de Fertilidad Steinberg en Los Angeles, buscando resolver sus problemas de fecundación y asegurarse de que el bebé que concebirían fuera una niña.

Usando las técnicas conocidas tras el descubrimiento del genoma humano, el proceso supone retirar el óvulo de la madre después de haberse sometido al tratamiento de fertilización para multiplicarlo y fecundarlo con el esperma del padre en un laboratorio.

Tras determinar si el ADN del embrión es masculino o femenino, y sabiendo el deseo de la pareja, el embrión del sexo esperado se implanta en el útero de la futura madre, de lo contrario queda en un banco de óvulos fertilizados.

El resultado de este proceso es mucho más confiable que el viejo método de la separación de esperma. Sin embargo científicos ‘bioéticos’ advierten que esta técnica podría agravar el desbalance de género en algunas comunidades. 

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Similitudes genéticas

Científicos del Instituto Nacional de Medicina Genómica de México encontraron similitudes genéticas de los mexicanos con los caucásicos y africanos, informó la Secretaría de Salud mexicana.

Los investigadores comprobaron estas coincidencias durante los trabajos de un mapa genómico de los mexicanos, cuyos avances se presentarán en la reunión mundial sobre estudios del genoma humano que tendrá lugar en  Harvard.

“Los avances hasta el momento se han comparado con otras partes del mundo, encontrando similitudes, por ejemplo de Sonora (noroeste) con el mapa de los caucásicos y de Guerrero (sur) con algunas características de los africanos”. EFE

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