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20 años después, La radiación de Chernóbil sigue segando vidas

saber+deciencia<BR><STRONG>20 años después, La radiación de Chernóbil sigue segando vidas</STRONG>

Veinte años después de la catástrofe de la planta nuclear ucraniana de Chernóbil, los países más afectados -Ucrania, Bielorrusia y Rusia- aún combaten las secuelas del mayor accidente de la historia de la energía atómica.

Dos explosiones en el cuarto reactor de la planta en la madrugada del 26 de abril de 1986 esparcieron hasta 200 toneladas de material fusible con una radiactividad equivalente a entre 100 y 500 bombas atómicas como la de Hiroshima, según diversos cálculos.

En el accidente y el consiguiente  fallecieron 31 operarios y bomberos a causa de la elevada dosis de radiactividad.

Su impacto también lo sintieron unos 600.000 “liquidadores”, los militares, obreros, ingenieros y voluntarios movilizados por toda la URSS para sofocar el incendio, limpiar los escombros y construir el sarcófago de hormigón que selló el reactor reventado.

El accidente contaminó extensos territorios con más de ocho millones de habitantes en Ucrania, Bielorrusia y Rusia, donde, según diversas fuentes, en las dos décadas pudieron haber muerto como consecuencia directa o indirecta de la catástrofe nuclear entre 30.000 y 300.000 personas.

En Ucrania, más de 2.300 localidades sufrieron los efectos de la contaminación radiactiva, que obligó a evacuar del territorio afectado a 164.000 habitantes y a establecer una zona de exclusión en un radio de 30 kilómetros alrededor de la planta. EFE

Hallazgo hace tambalear teoría de grandes carnívoros solitarios 

Los grandes dinosaurios carnívoros que poblaron el planeta hace 90 millones de años pudieron haber vivido en manadas y no en solitario, como se creía hasta ahora, según un descubrimiento divulgado en Argentina.

“Hemos hallado enterrados en un mismo sitio los restos de al menos siete animales, pero podrían ser más”, dijo a EFE el paleontólogo argentino Rodolfo Coria, que dirigió la investigación junto a su colega canadiense Philip Currie.

Explicó que los ejemplares de la especie, que fue llamada Mapusaurus Roseae por sus descubridores, llegaba a los doce metros de largo y las seis toneladas de peso, por lo que era “ligeramente más grande” que el célebre Tiranosaurus Rex del hemisferio norte.

El hallazgo de los primeros huesos de estos gigantes se produjo en la sureña provincia de Neuquén en 1995, lo que dio paso a más de una década de excavaciones y análisis que fueron recopilados en un informe publicado por los paleontólogos argentino y canadiense.

Según Coria, la identificación del Mapusaurus revela que algunos grandes dinosaurios suramericanos pudieron haberse movido en manadas con el fin de depredar a otros animales que les superaban en tamaño.

“Nos lleva a esa hipótesis el hecho de haber encontrado varios ejemplares enterrados en el mismo lugar y pertenecientes a la misma especie -precisó-, lo que descarta la posibilidad de acumulación indiscriminada de restos y puede indicar que murieron juntos”.

Los jardines botánicos quieren contribuir a salvar el planeta

Además de exhibir bellos parterres y plantas exóticas, los jardines botánicos juegan un papel clave en la salvación del planeta, con la conservación de especies en peligro de extinción y la promoción de sus propiedades nutritivas y curativas.

“No somos sólo un bonito lugar para hacer un picnic”, subraya Sara Oldfield, secretaria general de Botanic Gardens Conservation International (BGCI), que agrupa a 800 jardines botánicos de 120 países del mundo. “También contribuimos al bienestar humano”.

En su último informe anual, BGCI reivindica el papel de esos centros en la preservación del medio ambiente, la promoción de los remedios naturales, la integración de las comunidades e incluso el alivio de la pobreza.

Con sus bancos de semillas y el cultivo de especies amenazadas, los jardines botánicos están almacenando los bosques y prados del futuro, cuando el calentamiento global habrá hecho estragos.

Actualmente hay más de 100.000 especies de plantas en peligro de extinción, de las cuales 11.000 están representadas en los jardines botánicos del mundo, que actúan como una especie de Arca de Noé vegetal.

Además de ser “una póliza de seguro” para el medio ambiente, en palabras de Oldfield, los centros de botánica “tienen la tarea de educar a la población sobre los beneficios de las plantas para la salud y la dieta “.

 “El 80 por ciento de la población mundial depende de medicinas basadas en plantas”, recuerda Oldfield, para quien es fundamental educar a la gente en su correcto uso.

DRNA incautan dos tortugas marinas en peligro de extinción 

Personal del Cuerpo de Vigilantes del Departamento de Recursos Naturales y Ambientales (DRNA) intervino con dos individuos sospechosos de mercadear con tortugas marinas en el área de Cabo Rojo.

Los vigilantes detuvieron a Víctor Manuel Guerrero Losada y Arquelio Avilés Mercado, residentes del barrio Joyuda, e incautaron las dos tortugas marinas, una de ellas identificada como un carey de concha, que tenían en su poder.

Ambas tortugas son especies en peligro de extinción y protegidas por leyes federales y estatales que prohíben su venta.

 El carey de concha pesaba de 8 a 10 libras y la otra tortuga se encuentra en el proceso de su identificación.  EFE

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