Recientemente, el Gobierno dominicano dispuso cambios en el horario del toque de queda, a raíz de un aumento de los casos de COVID-19 en el país.

«Para controlar las cifras de contagios en el Distrito Nacional, Santo Domingo, Santiago, Duarte, La Vega y Puerto Plata, implementaremos un nuevo toque de queda, de 7:00 de la noche a 5:00 de la mañana, durante toda la semana», declaró el pasado martes 15 de diciembre la vicepresidentaRaquel Peña.

Sin embargo, en esa misma ocasión, la también coordinadora del Gabinete de Salud, explicó los días 24 y 31 de diciembre se contará con una gracia para la circulación hasta las 1:00 de la mañana.

Esta disposición implica que:

Para el 24 y el 31 de diciembre, el horario de toque de queda será de 7:00 de la noche a 5:00 de la mañana y libre tránsito hasta la 1:00 de la mañana de los días 25 de diciembre y 01 de enero.

El decreto presidencial 698-20 también establece medidas que regulan a todo el territorio nacional, como lo es la prohibición de venta de bebidas alcohólicas a partir de las 6:00 de la tarde.

En cuanto a los aeropuertos y la llegada de dominicanos residentes en el exterior, las medidas vigentes son las siguientes:

Las autoridades prohibieron que más de dos personas por vehículo acudan a recoger a los pasajeros a los diferentes aeropuertos, dispusieron el aumento del personal para atender a los viajeros y aumento del patrullaje para garantizar la seguridad de estos.

Se ampliará el uso de las terminales para recibir pasajeros, se prohíbe a las aerolíneas el chequeo de tickets de maletas a la salida de la terminal para agilizar la salida de los pasajeros y los autobuses de pasajeros estarán limitados al 60 % de su capacidad.

Se impedirá la entrada a la terminal a más de una persona para llevar o recoger pasajeros y cada uno de los aeropuertos aumentará su personal para garantizar distanciamiento físico dentro y fuera de cada una de las terminales.

El Departamento Aeroportuario dispondrá aumento del personal en migración, correa, área exterior, para agilizar y velar por el distanciamiento social. Aumentar el personal en el aeropuerto de Las Américas, Punta Cana, Santiago, La Romana y Puerto Plata, para apoyar el proceso antes de migración midiendo temperatura, organizando las filas y manteniendo el distanciamiento.

Se mantiene el promedio de 15 % de pruebas aleatorias para detectar el COVID-19 a los pasajeros, aumentando en las horas de bajo tráfico y reduciéndose en las horas de mayor flujo, con el objetivo de garantizar un máximo de 15 minutos en el área de espera y 10 personas como máximo.

La Dirección de Migración ha duplicado su personal y equipos en los aeropuertos y se comprometió a que el flujo de un vuelo no dure más de 30 minutos, con un tope de 45 minutos.