Seguro que esperas con entusiasmo la hora del recreo. Tienes razón, ya que es el momento en el que haces un descanso en tus actividades académicas, te relajas y juegas con tus compañeros.
¿Sabes que el recreo también ofrece beneficios físicos, sociales y académicos?
Y es que la actividad física es necesaria para tu crecimiento y desarrollo. Jugar también evita la obesidad, ya que pones en acción tu coordinación muscular. También, aprendes a conocer las, habilidades de tu cuerpo y cómo tener control de ti mismo.
Jugar también contribuye al control emocional pues desarrollas habilidades interpersonales que te permiten poner en práctica el sentido de cooperación, a compartir y resolver problemas.
El jugar te ayuda también a buscar estrategias para integrarte al trabajo en equipo, a evitar conflictos y a considerar el punto de vista de los demás.
Igualmente, los expertos señalan que jugar liberar a los estudiantes de inquietud y están en actitud de aprovechar mejor el aprendizaje, a desarrollar la creatividad, porque mejora el funcionamiento del cerebro.
También, la hora del recreo te permite hacer nuevos amigos.