A veces la falta de información se convierte en el principal obstáculo para sacar adelante un proyecto, que ya de por si suele exigir un arduo proceso de gestación empresarial y administrativa.
Y una de esas cosas que no sabemos es que los notarios, a los que tarde o temprano deberemos acudir para formalizar escrituras, contratos, traspasos, hipotecas o cualquier otro tipo de operación, pueden ser también nuestros asesores en materia financiera o empresarial.
Y además, se trata de un servicio del todo gratuito que contemplan en su reglamento notarial y que ejercen como parte consubstancial a su código deontológico profesional.
Una oportunidad que pocos conocemos, y por ello casi nadie aprovecha, y que además de ser una gran ayuda informativa y logística, significaría un considerable ahorro económico, ya que casi todos acabamos por recurrir a las asesorías profesionales, cuyos honorarios debemos pagar a cambio de sus servicios.