Sabor musical caribeño en Broadway

Sabor musical caribeño en Broadway

Desde hace casi tres años se está presentando en el teatro Richard Rodgers, de Broadway, el musical In The Heights de la autoría de Lin-Manuel Miranda, que presenta en una forma acelerada y contagiosa la vida de los caribeños latinos en el Alto Manhattan, destacando sus valores positivos.

En el musical se ha dejado de lado lo negativo de la violencia, drogas y trata de blancas, que por décadas ha caracterizado esa parte de New York, para entusiasmar, con una música de Miranda en una mezcla bien lograda de la salsa, hip-hop y rap.

El escenario se preparó con los detalles conspicuos del sector, como son la bodega, el salón de belleza, el friero y la agencia de taxis y limusinas, así como el destartalado edificio de apartamentos en donde viven las familias dominicanas, cubanas y portorriqueñas en un amalgama que pintan un ambiente llene de colorido musical.

Pero el fondo principal del escenario lo constituye la presencia hegemónica del puente George Washington, que une a Manhattan con New Jersey. Cabe destacar la entrada a uno de los museos menos conocidos de New York, quizás por ubicación de tantos temores difusos. Se trata de The Cloisters, que muchos de los caribeños desconocen.

El musical abarca la ocurrencia de los hechos cotidianos de la barriada, comenzando con el singular nombre del dueño de la bodega, que es “usnavi” bautizado así por aquello que en 1965 las tropas norteamericanas ocuparon a Santo Domingo con su poderosa U. S. Navy. Los personajes arrastran sus sueños, sus penurias y aspiraciones, destacándose el entusiasmo de usnavi para resolverles los problemas a sus vecinos.

El friero, que ofrece sus refrescos como se encuentra en cualquier calle de un barrio cubano, dominicano o boricua, le aporta sabor al espectáculo, que lo llena con mucha vibración, la dueña del salón de belleza, extrovertida y familiar, apoya a sus empleadas y se enfrenta a los muchachos del sector que solo saben escandalizar.

Asimismo el dueño de una agencia de taxis y limusinas nos transmite su preocupación cuando su hija Nina no puede continuar sus estudios y desesperadamente busca los medios para evitar que fracase, al tiempo que ella se une sentimentalmente con un empleado de la agencia.

La abuela Claudia es el personaje mejor logrado por la calidez de su interpretación, sus ocurrencias de Prudencia y Fe, contribuyendo a darle un calor humano al sector que se conmueve ante su muerte, no sin antes haberle dejado a su nieto unavis un premio de la lotería, con lo que ayuda a resolverle varios de los problemas de sus vecinos y de él también.

Los fuegos artificiales del 4 de julio se acompañan con la celebración de un bullicioso carnaval donde las banderas de nuestras tres naciones caribeñas e hispánicas ondean con una contagiosa música y valiosas interpretaciones vocales.

In The Heights es un musical bien logrado, que con casi tres años en escena se ha mantenido en uno de los mejores teatros de Broadway. Se rescata la imagen latina de que no solo es la droga o la delincuencia que asola a Washington Heights, que lentamente va cambiando su fisonomía de miedo a una de desarrollo con la presencia activa de los hijos de los inmigrantes.

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