Ejecutivos de Casa de Italia realizaron la 12 ava cena pro fondos, a la que asistió gran parte de la comunidad italiana.

POR NELLY RAMÍREZ
En un salón delicadamente decorado, en el que a primera vista se observaban finos centros de mesas sobre bases de bronce elaborados en lirios blancos complementados con follajes verdes, a juego con la mantelería y velas aromáticas, ejecutivos de Casa de Italia celebraron la duodécima cena de gala, pro fondos para la realización de obras de beneficencia.

Vincenzo Mastrolilli y Enrico Guicciardi, presidente de Casa de Italia y embajador de Italia en el país, encabezaron la actividad, la que contó con una notable asistencia de la comunidad italiana residente en República Dominicana, así como amigos y relacionados a la entidad.

La cena anual, la cual es ya una tradición de los italianos, tiene como objetivo fundamental recaudar recursos para el desarrollo de obras sociales y mantener las instalaciones de Casa de Italia.

 Según explicó el presidente de la institución, en esta oportunidad los fondos serán dirigidos a ayudar al Hogar de la Casa Rosada, así como la entrega de becas para el estudio de la lengua italiana en su sede principal.

“Estamos aquí reunidos para celebrar la duodécima cena de gala de la Casa de Italia, decirlo es fácil, pero haberlo logrado no ha sido tan fácil. No fue tan fácil coronar hace doce años  el sueño de varias generaciones de italianos, los que como quien les habla han venido a vivir en este hermoso y hospitalario país”.

“Desde el siglo pasado hasta hoy ha habido tres inmigraciones de italianos a la República Dominicana. La primera fue la de personajes como Cambiaso y otros prominentes italianos; la segunda, y a la cual pertenezco, gira alrededor del período inmediatamente y después de la Segunda Guerra Mundial, y la tercera, la más reciente, y probablemente la más numerosa, es la de los últimos veinte años, iniciándose en gran parte cuando la República Dominicana llega a  conocerse en Europa como destino turístico”.

Expresó en su discurso que a lo largo de esta presencia italiana en Santo Domingo, se sintió la necesidad de una casa de Italia, una casa que les sirviera de punto de encuentro a la comunidad italiana, y sobre todo,  un centro de divulgación de la cultura e historia italiana.

Luego del discurso del presidente de Casa de Italia también el embajador Enrico Guicciardi externó unas palabras de bienvenida a la comunidad italiana presente, tras la que todos los presentes disfrutaron de la cena, cuyo menú consistió en: ravioli rellenos de queso ricotta fresco al filetto de pomodoro y albahaca, pavo relleno de espinaca, uvas y pasas horneado  lentamente en su jugo, pequeño flan de coliflor y parmesano sobre coulis de petit pois y papas chateau al romero.

De postre fue servido un Napoleón de crema pastelera y chantilly con cubierta de fresa.