BONAO.- El abogado de la defensa del sacerdote Alberto Zacarías Cordero Reyes, acusado de violar sexualmente a una menor de 15 años, y a quien se le impuso tres meses como medida de coerción, manifestó que en las próximas horas apelará la decisión del tribunal.
El abogado Francisco Moreta dijo que su defendido es inocente de los cargos que le imputan y pidió que la justicia haga una investigación profunda sobre el caso, ya que el sacerdote es una persona correcta, lo cual demostrará en los tribunales.
El cura fue enviado ayer al Centro de Corrección y Rehabilitación la Isleta de Moca, donde guardará prisión por tres meses como medida de coerción que le impuso la jueza interina del Juzgado de la Atención Permanente Rosa María Almonte.
El sacerdote quien pertenece a la iglesia San Pedro y San Pablo del sector San José de Bonao, tendrá que cumplir tres meses y cinco días de prisión preventiva como medida coercitiva, hasta que los tribunales profundicen las investigaciones en relación a la acusación en su contra, hecha por la familia Sánchez en representación de la menor.
Los familiares de la menor Alexandra Sánchez Jiménez y Francisco Antonio Sánchez Bueno mantienen la acusación contra el sacerdote acusándolo de ser un delincuente tapado con la sotana.
Por su lado, el abogado del acusado dice que dentro de cinco días apelará la medida impuesta al sacerdote.
El padre Alberto Zacarías Cordero Reyes, es señalado por presuntamente violar los artículos 330 y 332 del Código Penal Dominicano y la Ley 24-97 y el artículo 396, letra C de la Ley 136-03 en perjuicio de la menor, cuyo nombre se omite por razones legales.
La medida fue conocida en contra del sacerdote mediante estrictas medidas de seguridad, para evitar enfrentamientos entre feligreses representantes de la iglesia católica San Pedro y San Pablo del sector San José, donde el cura trabajó pro siete años, y los familiares de la menor alegadamente violada.
Cordero Reyes al ser abordado por los medios de comunicación en relación a las acusaciones de violación a la menor, no opinó nada, pese a la insistencia de los periodistas y medios nacionales, locales e internacionales.
Solo se escuchaba la voz de dos sacerdotes compañeros del acusado, quienes expresaron no digas nada, no hables tu eres inocente.