Sacerdote acusado de abuso sexual llevaba una doble vida

Sacerdote acusado de abuso sexual llevaba una doble vida

CONSTANZA. Mientras las paredes de su parroquia estaban agrietadas y llenas de filtraciones, el cura Juan Manuel Mota de Jesús (Padre Johnny)  gastaba mucho dinero en viajes, fiestas y  moteles con por lo menos 11 menores, según las declaraciones de tres de las víctimas.

Afirman que el padre vivía una doble vida y el pueblo y los feligreses estaban ajenos a la situación que se cree empezó hace 12 años. Una  chica a la que el cura habría  intentado seducir narró que   su hermana fue abusada por  dos años. Cuenta que todo empezó cuando el cura las invitó a un paseo y terminaron con otros jóvenes en un resort. Allí trató de tocarla y tener  sexo con ella y con otras chicas pero no lo consiguió; con su hermana tuvo mejor suerte.

“Por muchos años estuve cerca del padre. Obligatoriamente tengo que involucrar a mi hermana,  con la que convivió alrededor de dos años, porque hoy adulta me doy cuenta de mi gran error al callar y porque todavía creo que  niñas inocentes están cayendo en la trampa”, dice. Cuenta que su hermana  padecía de una enfermedad muy severa y fue intervenida quirúrgicamente en el extranjero y   toda la familia  se congregaba en su iglesia, La Catedral de San Pedro, y que  una vez que comenzó a recuperarse tuvo una entrega total en la iglesia,  y era quien se encargaba de anotar las intenciones de la misa, era del grupo de lectores. Era muy activa.

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