El padre Alejandro Cabrera deploró hoy la crisis que está atravesando Venezuela, y que un grupito, según dijo, tenga a 30 millones de habitantes sumergidos en una extrema pobreza.

“Venezuela da pena. Da pena que un grupito tenga a todo el pueblo, 30 millones de habitantes sumergidos en una extrema pobreza”, expresó este domingo el religioso al presidir una eucaristía en el Palacio de la Policía Nacional.

Dijo que ese país necesita una transformación, así como el nuestro. “Nuestra vida necesita una trasformación”, subrayó.

El religioso deploró, en otro orden, la ola de feminicidios en la nación. Dijo que no es posible que esos hombres estén acabando con quienes un día dijeron amar, y llamó en ese sentido  a enfocarse en el respeto.