El sacerdote Nelson Clark alzó su voz el primer día de este 2025, para llamar la atención de la sociedad hacia las mujeres, para pedir la eliminación de la práctica de la violencia, maltrato y feminicidios, a propósito de la declaración como “el Año de la Paz”, hecha por el papa Francisco.

Cuestionó la razón de ser de los feminicidios y se preguntó: “¿Por qué?, ¿qué es lo que está pasando?, ¿ha fallado la educación?, ¿ha fallado la fe en el hogar?, ¿por qué el feminicidio?, ¿por qué ese desprecio a la mujer?, ¿por qué la mujeres tienen que exhibirse para llamar la atención?, ¿por qué tiene ella misma que promover su cuerpo?

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Durante la homilía en la misa de la Solemnidad de Santa María, celebrada en la Catedral Primada de América, celebrada este 01 de enero, el religioso lamentó el hecho de que la mujer, como fuente de vida y salvación escogida por Dios, hoy en día sea “ofendida, violentada, obligada a prostituirse y a suprimir la vida que lleva dentro”.

En ese sentido, citó una prédica del papa Francisco, en la que resaltó que el autor de la vida no vino al mundo adulto, sino, como un niño y que se fue forjando día tras día y mes tras mes, gracias a una mujer, al resaltar así la importancia para el buen funcionamiento del mundo.

El párroco condenó cualquier tipo de maltrato hacia la mujer y lo calificó como una profanación a Dios, quien también nació de una mujer.

También hizo un llamado a la comunidad cristiana para enfrentar esos desafíos con compasión, justicia y compromiso en favor de la paz, empezando por una educación integral desde el hogar.

La eucaristía

A la eucaristía asistieron decenas de creyentes católicos, a un encuentro que estuvo marcado por un profundo mensaje proclamado con base a los versículos de los libros Números 6, 22-27 y Gálatas 4, 4-7, con textos que invitan a la meditación sobre la bendición divina y el reconocimiento de María como madre de Dios.

El pasaje de Números resalta el deseo de Dios de que su pueblo se deje guiar bajo su gracia y protección. Esta primera lectura recordó a los asistentes a confiar en la providencia de Dios y a encomendarse a sí mismos y a sus familias a Él, al inicio de este nuevo año.

En tanto que, el pasaje de Gálatas subrayó la relevancia de María, como madre de Dios, y recordó que gracias a Cristo, todos son hijos de Dios, lo cual les otorga una dignidad especial como herederos de la promesa del Todopoderoso.

En otro orden, Clark invitó los creyentes a cumplir con las sugerencias hechas por el papa Francisco para este 2025, consistente en la condonación de la deuda a los países más pobres, para poder alcanzar una paz y esperanza verdadera en este nuevo año que apenas empieza.

Asimismo, el compromiso firme para promover el respeto y dignidad de la vida humana desde la concepción hasta la muerte natural para que cada persona pueda amar la propia vida y mirar al futuro con esperanza y la destinación de un porcentaje de los ingresos de los feligreses para la construcción de un fondo mundial que pueda ser utilizado para eliminar el hambre y facilite a los países más pobres actividades educativas dirigidas a promover el desarrollo sostenible.

Ente los asistentes a la misa, fue notoria una cantidad considerable de turistas, quienes, atraídos por la fe católica, se animaron a disfrutar de la prédica.