Sacerdote de Capotillo denuncia aumento de la delincuencia

Sacerdote de Capotillo denuncia aumento de la delincuencia

La delincuencia y la criminalidad en los sectores Capotillo y Luperón, denunciadas por el sacerdote Wilfredo Montaño, amenazan con cobrar vidas como en años atrás y obliga a trabajadores y estudiantes a resguardarse a tempranas horas en sus hogares.
El cura afirma que Capotillo está como se encuentra casi todo el país, “abocado a pérdida de valores, necesidades que cubrir, falta de credibilidad en las instituciones; falta de confianza, inseguro, miedo; falto de esperanza”.
Montaño, quien pastorea en las iglesias, declaró que la oscuridad es increíble, ya que la energía eléctrica es precaria. Sostuvo que la falta de energía es lo que no le deja a la ciudadanía ver hacia donde van. “Esa es la situación que estamos pasando hoy”.
El religioso manifestó que el problema no es porque la energía no la envían, sino que es un caos.
Señaló que tienen días que apenas suministran, entre cuatro y siete horas de energía eléctrica.
Cuando se le preguntó por la proliferación de puntos de drogas, Montaño respondió que “sigue habiendo muchos problemas”, lo que atribuye a la promiscuidad.
Aseguró que los residentes en Capotillo no toleran la intensa bulla en que se vive, el irrespeto. “No se respeta el espacio de las personas; se violan también los espacios públicos”.
Planteó que en Capotillo y en todos los barrios se puede decir, al estilo del poema de don Pedro Mir, “Hay un país en el mundo, en el cual yo estoy, que no sé donde estoy”. Montaño criticó también que tantas personas no tengan un empleo ni devenguen un salario digno. Exhortó a los jóvenes ocuparse por concluir los estudios universitarios.

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