POR LLENNIS JIMÉNEZ
El sacerdote Gustavo Carles Lazo deploró que en el país se invierta más recursos en las Fuerzas Armadas que en la educación, cuando la nación no está en guerra con nadie. «Da pena que en este país se inviertan tantos millones en Fuerzas Armadas y no en la educación, cuando no se tienen con quién pelear y la nación no será llamada para una guerra mundial», opinó Carles Lazo.

Consideró, asimismo, que la educación dominicana ha sido politizada, porque en liceos públicos se paralizaban las clases para hacer reuniones políticas, se designan directores de centros a persona que no saben nada de enseñanzas y que ni siquiera tienen títulos.

Carles Lazo, director del colegio parroquial Nuestra Señora de Lourdes, del sector Los Peralejos, expresó que la educación es lo más importante en un país.

Empero, manifestó, que por desgracia en el país la educación se ha ido convirtiendo en un empleo más, tras indicar que el problema está en que los que dirijan las instituciones educativas tengan vocación de educadores. «En este país no hay educadores o si los hay, hay muy pocos.”

Dijo que la educación dominicana se ha convertido en instructores, en dar conocimiento, «no en educar».

Indicó que una institución educativa tiene que ser un centro de educación.

Señaló que los maestros se han convertido en empleados de la educación, no en educadores. «El gran problema de este país es que la educación está politizada, ahí se pone a persona política, no se ponen a personas que sepan educación».

El sacerdote de las parroquias Nuestra Señora de Lourdes, en Los Peralejos y de San Mauricio, en el sector Los Jardines del Norte, entiende que mucho personal va a buscar un empleo en la educación pública, y se da que un maestro llega, cumple y se va. A su juicio, esa es la razón por la que el maestro no se da cuentas de las situaciones que se dan dentro de la institución y aunque se de cuenta no les interesa.

Carles Lazo, considerado un director con guantes de seda y manos de hierro, no quiere que nadie lo ayude en su obra educativa y ha rechazado las ofertas que le ha brindado la secretaría de Educación, por temor a que luego le piden prestado el colegio y le desbaraten la institución.

Su insistencia para que sus alumnos aprendan el idioma es por considerar que República Dominicana es de los países en los que más mal se habla español.

LA VIOLENCIA

El sacerdote Carles Lazo declaró que en el país se tienen niveles de violencia parecidos a los que suceden en Puerto Rico.

Expresó que la autoridad no se ha dejado sentir, porque en el país han pasado jefes de la Policía muy académicos «pero sin mano dura».

Atribuyó el incremento de la violencia a la poca autoridad, falta de deportes que tienen los jóvenes, la mala formación de la familia y a la cantidad de personas que son enviadas desde los Estados Unidos, luego de que son acusadas de actos ilícitos, las que califica de «lacras».

Sostuvo que los gobiernos se tienen que sentar a analizar, tras expresar que gobernar un país no estar en un carro con 50 gentes detrás, «como lo veíamos en meses pasado».

Expresó que gobernar un país es resolver, porque la gente quiere que se les resuelvan sus problemas.

LE QUITAN PROPIEDAD

El sacerdote Carles Lazo dijo que fue despojado de un terreno que había sido declarado de utilidad pública y donado para el colegio Nuestra Señora de Lourdes, donde pensaba levantar una casa para recibir a muchachos de la calle, que serían alimentados.

Sin embargo, quedó con la sola idea de instalar la obra en la que haría las habitaciones para que los muchachos fueran entrando a un programa de regeneración, debido a que al pasado administrador de Bienes Nacionales, Bienvenido Brito, le pareció más importante entregar los terrenos a inversionistas privados para que construyan una fábrica de pastas.

La hospedería que planeó para el padre para los palomos quedó en el olvido, como también los intentos por recuperar el solar contiguo al colegio que dirige. El inconveniente con el solar comenzó porque el pasado gobierno luego de haberlo declarado de utilidad pública no pagó los terrenos a los propietarios, quienes posteriormente, lo vendieron a particulares que ahora levantan una edificación.