BONAO. El secretario general de la Conferencia del Episcopado Dominicano,  reverendo Francisco Antonio Jiménez, calificó ayer como un hecho lamentable que el pueblo tenga que lanzarse a las calles a protestar porque el gobierno se hace el sordo ante los reclamos de obras y mejores condiciones de vida, demandas que consideró justas.

El sacerdote  dijo que las autoridades deben ejecutar acciones rápidas, con menos burocracia y más eficiencia, que lleguen a la gente.

Afirmó que las huelgas se originan porque las propuestas se debilitan, a pesar de los buenos enunciados.

«Los hechos violentos en San Francisco de Macorís son  un meta-mensaje, que indica que para lograr algo, lamentablemente hay que protestar, ya que las autoridades son sordas, porque no escuchan a las organizaciones ni a la propia iglesia», expresó el sacerdote  Jiménez.

Sostuvo que hacerse el sordo no debe ser el recurso de las autoridades ante las reclamaciones del pueblo.

Consideró que no hay que esperar que se produzca la violencia para convocar a un diálogo.

La gasolina alta

El secretario general de la Conferencia del Episcopado Dominicano dijo, asimismo, que no concibe la idea de que a pesar de la baja en el precio del petróleo ,el costo de un galón de gasolina todavía continúe alto, y señaló que los altos precios de los combustibles se reflejan en el transporte, en los alimentos y la facturación de la energía eléctrica.