BONAO. El sacerdote católico Wilfredo Acosta expresó ayer que los casos de pedofilia son penosos, dolorosos y vergonzosos para la Iglesia Católica, aunque cree que este no es un problema de iglesia sino de la sociedad, ya que a diario en los medios televisivos destacan violaciones de familiares, artistas, médicos, profesores, funcionarios y políticos que padecen de ese trastorno mental.

Dijo, además, que no es cierto que el celibato fuera una causa de pedofilia, de modo que si fuera así, no hubiera padres de familia y pastores que incurrieran en esta perversidad.

Acosta ofrece misas en las iglesias Palmarito y La Carolina de La Vega. “Creo de mi parte que todo sacerdote, pastor o padre de familia que incurra en pedofilia debe ser castigado sin apelación con la pena máxima, ya que atentar contra un niño eso llora ante la presencia de Dios, debido a que no hay cosa que se parezca más a Dios que un niño”, manifestó.