Sacerdote plantea se escuche a jóvenes

Sacerdote plantea se escuche a   jóvenes

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La iglesia, las escuelas y la sociedad en sentido general tienen que ganarse la confianza de los jóvenes, en vez de alejarlos, pues muchas veces estos no se sienten parte de esos conglomerados porque no aceptan su pensamiento, su chispa, su espontaneidad y su alegría.
Esa reflexión está contenida en el artículo “Rasgos de la cultura juvenil en la República Dominicana”, publicado por el sacerdote jesuita Eduard Rafael Figueroa, en la revista de pensamiento cristiano Raíces. La publicación está dedicada al tema de la juventud vista desde distintas perspectivas.
El sacerdote plantea que los jóvenes tienen que ser escuchados y formados, no solo desde el pensamiento de los adultos, “sino desde lo que ellos quieren, buscan y sienten”.
“Escuchar a los jóvenes sin juzgarlos y darles participación es un gran comienzo para lograr una buena relación con ellos”.
Para esgrimir esos criterios Figueroa parte de las características de la familia dominicana y de los cambios que esta ha tenido en el transcurso de los años.
En ese contexto expresa que en muchos hogares está ausente el diálogo entre padres e hijos y lo que prima es una actitud de corrección, sanción y ejercicio autoritario permanente.
“Es importante que los padres saquen tiempo para responder las preguntas que sus hijos tienen sobre sus vidas pues, al hacerlo, se abre un espacio de confianza mutua, de diálogo recíproco”.
Figueroa también aborda el tema de la sexualidad entre los jóvenes y resalta la iniciación temprana y sus consecuencias.
Sobre el particular señala que los jóvenes no tienen una suficiente formación sexual que les ayude a tomar decisiones coherentes y conscientes de lo que sienten y quieren.
“Al mirar la sociedad dominicana nos damos cuenta que el tema de la sexualidad sigue siendo un tabú hoy día. Las instituciones o autoridades que tienen que abordar el tema no lo hacen como deben hacerlo”.
Al hacer esa observación el sacerdote explica que la sexualidad se debe vivir con responsabilidad y que tener sexo solo por placer, “como lo presentan los medios de comunicación a cada instante, no implica la vida, por eso muchos no se sienten responsables de la historia o del futuro de la otra persona”.
El gusto por la música. El tema de la sexualidad Figueroa lo vincula con la música y deploró que los géneros que más gustan a los jóvenes resaltan la violencia, la vida fácil, la individualidad y, además. poseer todos los lujos y las mujeres que se quieran.

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