Sacerdote Ramón Alonso:
“La Navidad es asumir la presencia de Dios”

Sacerdote Ramón Alonso: <BR>“La Navidad es asumir la presencia de Dios”

POR CRISTINA MARRERO
Debo confesar que siendo estudiante de la Universidad Católica Santo Domingo – muy poco tiempo atrás – transmití la “leyenda” muchas veces, siguiendo sistemáticamente el patrón aprendido en los pasillos: primero se pone cara de misterio y luego se susurra la historia.

Se decía que el rector Ramón Alonso había renunciado a una gran riqueza en su natal España, para dedicarse al sacerdocio en nuestra islita caribeña.  Cierto o no, el “padre Alonso” como se le conoce en la comunidad estudiantil, es todo un símbolo de admiración.

Por eso, el día de la entrevista colé la pregunta para desentrañar finalmente el gran misterio. No lo logré.  Pero, como se trata de un hombre sabio, resultó el más indicado para explicar el significado real para los católicos de esta tradición, que para algunos es sinónimo de fiesta y para otros de nostalgia: La Navidad.

PINCELADAS DE HISTORIA

Empecemos por el principio. Estamos en su nuevo despacho, al que le faltan los últimos toques decorativos.  Esos pequeños detalles que marcan la diferencia en cualquier estancia, como unas flores allí o una pintura acá.  De hecho, varios cuadros impresionantes por su carácter religioso, todavía están sin colgar.

Aún así luce cómodo, listo para responder la pregunta del millón ¿Cuál es el origen de todo?.

“Para hablar de Navidad a mi me gusta citar una oración que se hace en la misa (el prefacio). Siempre se habla de tres venidas. La Navidad, es recordar la primera venida en carne mortal como dice en los textos. Este ocurre en Belén, con los pastorcillos, la gruta, el burro, el buey. Eso es el pasado. También nos dice que vendrá un día de forma gloriosa, el fin de los tiempos. Entonces, entre esta primera venida y la última venida, Dios viene con su espíritu. Se dice que Dios se hace presente, sale a nuestro encuentro, en cada hombre en cada acontecimiento. Y entonces, caminamos hacia el futuro, pero enriqueciendo el presente”, explica el sacerdote.

MÁS QUE UNA SIMPLE FIESTA

El rector entiende que la Navidad a veces se vive con un tono muy sentimental y romántico. Y no le resta crédito a esa realidad, pero asegura que también tiene una dimensión tremendamente comprometedora.

“Dios viene constantemente con su espíritu y hay que asumir esa presencia del Señor y transformar la sociedad. Es decir, compartimos el plan de salvación de Dios en cada uno de nosotros y cada uno de nosotros asume su vocación.  Para mí, eso es la Navidad”, puntualiza.

Dice, “¿turrón?, a veces, pues se comercializa, porque aunque se borrara de la mente de todos la dimensión de fe, no creo que los comerciantes se olviden de la Navidad”.

EL NACIMIENTO… ¿25 DE DICIEMBRE?

El padre Alonso no tiene ningún problema en aceptar la teoría de que Jesús no nació un 25 de diciembre.

 “Ni en un 25 de diciembre, ni el año cero de nuestra era. Eso fue un error de cálculo. Es decir, Jesús nace más o menos el año sexto o séptimo antes de nuestra era, porque decir antes de Jesucristo es un disparate. Pero, antes de nuestra era. Año sexto o séptimo, según apuntan las investigaciones históricas”, responde con convicción.

Agrega que todavía las iglesias orientales celebran la Navidad el seis de enero, día de la manifestación, de la Epifanía del señor. 

“Era un Papa, allá por el siglo III o IV, sabiendo que en Roma se celebraba el 25 de diciembre el día del sol invicto. Ese día se manifiesta el sol en toda su plenitud, pues dijeron que Jesucristo era el sol que nace de lo alto y pusieron en vez de la fiesta del sol invicto, la fiesta de Jesús, del nacimiento de Jesús. Es como simbólico”, expresa.

DEL ARBOLITO…

Esa divertida costumbre de adornar un arbolito como símbolo de la Navidad, es una tradición más bien nórdica. Según el padre, la tradición cristiana surge a partir de San Francisco de Asís, quien es el inventor de los pesebres, de los nacimientos.

“Fue la influencia nórdica que impuso el abeto”, dice.

¿CELEBRAR O NO CELEBRAR?

Otras religiones no apoyan la forma en que el católico “normal” celebra la Navidad. En referencia a eso alega: “En República Dominicana hay algo que no existe en otros países, y es el verbo fiestar. Una vez, vino aquí un francés, director del Instituto Teológico de París, y yo le cuento que aquí tenemos dicho verbo, porque el dominicano busca motivos para fiestar. Entonces, si fiestamos por cualquier bobería, hasta por un jonrón de Sammy Sosa, o por Félix Sánchez, quien es casi padre de la patria, si Dios se hace hombre, ¡No vamos a fiestar!.

LOS REYES MAGOS

“En lo de los Reyes Magos, hay una dimensión de leyenda. Es decir, los relatos bíblicos tienen a veces un trasfondo mítico. Ni reyes ni magos ni de Oriente. Pero, ¿Por qué matar los sueños de la gente?.  Si se puede hablar de Pinocho, de Caperucita y de Blancanieves, ¿Por qué de los Reyes Magos no?”.

¿QUÉ HA CAMBIADO?

Para Ramón Alonso la Navidad se ha comercializado demasiado. “Así como hay grupos que han crecido en la fe, y hay que reconocerlo, sobretodo grupos juveniles; por otro lado tenemos que reconocer que nos hemos materializado bastante. Es decir, nosotros en la iglesia predicando, no tenemos tanta fuerza como los comercios con sus vitrinas”, resalta.

EL PAPEL DE LOS POLÍTICOS

Con relación al rol que deben asumir nuestros representantes de gobierno, indica que lo primero es la justicia. “La justicia parte de la verdad, de los derechos de cada ser humano, aunque esté muy viejo, muy enfermo o recién nacido. A veces queremos usar la Navidad para distraer, como un anestésico temporal. A mí me gustaría que fuéramos más sinceros, que buscáramos la raíz de los problemas y los corrigiéramos”.

MENSAJE FINAL

“Yo creo que debemos descubrir nuestras posibilidades. Ser hombre o mujer es una cosa muy grande. Tenemos que descubrir que este hombre o mujer tiene un recurso tremendo en fe. Lo más grande que puede hacer el ser humano es creer. Entonces, debieran estar en condiciones de descubrir ese potencial que les ofrece el nacimiento de Dios como hombre, para ser más felices. Hay gente muy resignada, capaz de seguir viviendo infelices. Ese no es el proyecto de Dios.  Él quiere que seamos felices”, concluye.

PERFIL

Ramón Alejandro Alonso Beato es español, pero lleva 40 años residiendo en el país. Estudió el sacerdocio dos años en Inglaterra, dos más en Italia y uno en Barcelona.

Se convirtió en rector de la Universidad Católica Santo Domingo, cuando, siendo presidente de la Unión de Colegios Católicos lo llamaron para pedir su opinión en relación con una universidad católica, aquí en la ciudad.

Aunque él entendía que no era necesario, que con transformar la que ya existía era suficiente, no le hicieron caso y fundaron la institución que preside desde hace unos 22 años.

Publicaciones Relacionadas