Hoy 
TANIA HIDALGO
t.hidalgo@hoy.com.do
Once sacerdotes de la zona norte de la capital condenaron la corrupción, las desigualdades y la exclusión social del actual gobierno, durante la celebración del tradicional Vía Crucis del Viernes Santo.
Expresaron que hoy Cristo sigue crucificado frente a la situación de marginalidad y sufrimiento del pueblo dominicano, la corrupción generalizada, la falta de educación formal y la carencia de salud para los pobres.
El Vía Crucis contra la pobreza, la violencia y a favor de la vida fue encabezado por los sacerdotes Javier Vidal, de las parroquias San Martín de Porres, de Guachupita y Santo Domingo Savio, y Abraham Apolinario, de la parroquia Santo Cura de Ars, de Capotillo, entre otros pastores de las iglesias de la zona norte de la capital.
Queremos vivir la Semana Santa no como un recuerdo del pasado, sino como una esperanza que rompe y transforma las desigualdades y la violencia de nuestro mundo, nuestra patria. Queremos, deseamos, insistimos en que Cristo no transforme así como hace 20 siglos transformó Jerusalén, expresaron las once parroquias de la zona norte de la Capital, durante el Vía Crucis.
Insistieron en señalar que hoy Cristo sigue crucificado con la corrupción generalizada, tras indicar que lo último que han escuchado es que el Estado está utilizando los recursos de nuestros impuestos en la campaña reeleccionista. Parece que sólo los corruptos pueden ser parte del Estado.
Sostienen que frente a la situación de marginalidad y sufrimiento del pueblo, Cristo sigue crucificado en todas las prioridades del Estado que no se corresponden con las necesidades más urgentes de la gente.
El Metro nos crucifica, pues se ha llevado nuestro presupuesto de educación, salud, seguridad ciudadana y bienestar común (agua, vivienda y comida), precisaron los religiosos ante cientos de feligreses.
