Sacerdotes critican codicia, corrupción y violencia en Sermón de las 7 palabras

Sacerdotes critican codicia, corrupción y violencia en Sermón de las 7 palabras

Durante el Sermón de las Siete Palabras, pronunciado el pasado Viernes Santo para recordar el sufrimiento de Jesús al ser crucificado, los sacerdotes cuestionaron que en momentos en que la humanidad es azotada por un virus letal hay personas que se aprovechan del padecimiento de los demás para enriquecerse.
En la homilía oficiada en la Catedral Primada de América, pero que no contó con feligreses por el aislamiento impuesto para evitar la propagación del Covid-19, los sacerdotes también criticaron la corrupción, la violencia, la discriminación, la desigualdad y las deficiencias que existen en el sistema de salud del país.
Parafraseando las siete palabras también plantearon la necesidad de que se dejen de lado el egoísmo y la arrogancia para tomar el camino de la solidaridad y de la humildad.
“Padre perdónales, que no saben lo que hacen”. El reverendo José Hernando expresó, al leer la primera palabra, que “Codiciosos de ganancias, aprovechamos cualquier situación, aunque sea de emergencia, para ganar dinero, nosotros o nuestro grupo, nos hemos dejado absorber por lo material y trastornar por la prisa”.
“La situación que vivimos es un auténtico viacrucis. Ha caído nuestro orgullo occidental de ser protagonistas del mundo moderno, señores de la ciencia y del progreso. Y la pandemia que sufrimos ha destapado con crudeza el viejo sistema de desigualdad que rige en nuestro mundo”.
“Hoy estarás conmigo en el paraíso”. El padre Nelson Clark enfocó su reflexión en el robo pero desde la perspectiva del que hurta los fondos públicos.
“Hoy hay ladrones que roban gallinas y van presos; otros roban millones y no les pasa nada; otros son asesinos porque matan para robar un celular. A estos se asemejan los que roban millones: los dos tipos de ladrones matan, unos en el momento, otros a largo plazo”, expresó.
“El que se roba la pensión de un empleado, obligándolo a implorar la providencia cada día para vivir; el que se roba el dinero dedicado a la educación, que condena a muchos a no tener la oportunidad de prepararse y hacer una carrera; el que roba el dinero dedicado a la energía. ¡Cuántos millones en los bancos, y ahora mismo no valen nada guardados!”.
“He ahí a tu madre”. El reverendo padre Abraham Apolinario escogió esta frase para llamar la atención sobre las debilidades del sistema de salud, ahora más evidenciadas por la presencia del Covid-19.
“Nuestros hospitales deben acoger primero a quienes más lo necesitan. Hay mucha gente buscando servicios de salud, pruebas y no aparecen”.
“El Covid-19 no es el único causante de lo que estamos viviendo en el país, esto ha destapado, para que todos lo veamos, en que condición vive la mayoría de nuestro pueblo: hacinamiento, falta de agua y de servicios sanitarios, y eso no lo trajo el virus, ya estaba aquí”, agregó.
“Dios mío, Dios mío, por qué me has abandonado”. El sacerdote Juan B. Cordero, en su reflexión, plantea que la pandemia del Covid-19 ha dejado entrever el nocivo individualismo en el que viven muchos, olvidándose del prójimo.
“Hemos estado encerrados en el individualismo, la indiferencia y la arrogancia, pero ahora nos hemos igualado en estos días”.
“La pandemia nos ha igualado a todos y es triste ver cómo caen tantas personas, que incluso ya no distinguimos entre el honrado y el tunante embaucador. Caen todos como reza el salmo, por igual príncipes, jefes y ciervos. Si algo nos está haciendo ver esta situación es nuestra pequeñez, toda una lección de realismo y humildad”.
El sacerdote también cuestionó que en estos momentos “ciertos elementos, haciendo gala de todo tipo de marrullerías, no se les ha apretado el pecho para procurarse sórdidas ganancias a partir del sufrimiento de quienes están postrados frente a una pandemia”.
“Tengo sed”. El padre Pablo de la Cruz consideró que República Dominicana vive momentos difíciles a causa del coronavirus y, en ese contexto, pidió que la gente deje a un lado el egoísmo para buscar el camino de la solidaridad.
“Frente a esta pandemia el tiempo es apremiante y oportuno para que logremos la patria que queremos”, indicó.
“Pidamos la gracia al Espíritu Santo, de poder ser solidarios con el hermano que se encuentra envuelto en tantas vicisitudes”.
“Todo está consumado”. El reverendo padre Nelkys Acevedo cuestionó a quienes critican a la Iglesia Católica en las redes sociales, en el contexto de quienes necesitan ayuda.
“Nuestro país, el mundo, toda la tierra y cuantos la habitan, lloran y sufren estos días. La Iglesia, tachada de cobarde por las redes, llora y sufre con sus hijos; estos que hablan mal de la Iglesia, olvidan que su misión es llorar con los que lloran, haciendo presente que aun en medio de las pruebas Dios va con nosotros, que todo tiene que cumplirse y que el Padre no nos abandona”.
“Todo está cumplido es la penúltima palabra pronunciada por Cristo; las pronuncia en el momento más duro y cruel de su vida. En medio de la cuarentena y el miedo de estos días, son estas para nosotros palabras de alegría, pues no puede estar triste como un hijo sin padre, quien tiene a un Dios poderoso que vino a amarle”, refirió.
“Comprendo lo que cada uno en nuestro país siente, pues también he pasado momentos muy complicados. Pasé días en los que no supe cómo afrontar las desgracias que estaban pasado. Sé muy bien que nos sentimos sin fuerzas e inclusive abandonados, pero en medio de todo este gran conflicto, Dios está a nuestro lado”, dijo.

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