Sacerdotes reclaman más  atención a males sociales

Sacerdotes reclaman más  atención a males sociales

Por FIOR GIL
La corrupción, impunidad, inseguridad ciudadana, el incremento de la pobreza y las falsas promesas de los políticos y otros problemas sociales fueron denunciados anteayer en el «Sermón de las siete palabras» auspiciado por la Iglesia Católica.

Seis sacerdotes y un laico de la Arquidiócesis de Santo Domingo advirtieron a la población que preste atención a la hora de elegir a los candidatos que se presentarán en las próximas elecciones congresuales y municipales, «para impedir la consumación de asaltos a las instituciones para lograr impunidad y juicios amañados». 

Demandaron del gobierno más atención a las necesidades primarias, mantener un sistema educativo que asegure la calidad de la enseñanza, erradicar la corrupción y las drogas que ya no es mal exclusivo de los barrios populosos sino que se ha extendido a las comunidades de los campos, destruyendo familias y arrancando vidas humanas de inocentes y culpables.

Los padres Rafael Isidro Marcial Silva, Alejandro Berroa Bello, Federico Sánchez, José Pastor Ramírez, Martín Gutiérrez, Catalino Tejada Ramírez y el diácono Dario Vargas coincidieron en resaltar los  que consideran siguen siendo los principales problemas de la nación y que constituyen una preocupación para la Iglesia.    

Marcial Silva criticó la paternidad irresponsable, los gobernantes y legisladores que, según dijo, no escuchan al pueblo y que solo piensan en  sus bolsillos.

Al comentar la tercera palabra de Jesús en la cruz («Madre ahí tienes a tu hijo, hijo ahí tienes a tu madre») Marcial Silva dijo: «Madre he ahí al pueblo dominicano, he ahí a tantos hijos huérfanos de padres vivos, he ahí a nuestros gobernantes a veces pusilánimes, a nuestros senadores y diputados que no escuchan al pueblo, que solo piensa en sus bolsillos».

Criticó a los hijos malcriados, drogadictos, delincuentes y a los jueces que no hacen justicia por componendas con sus clientes y señaló que la impunidad campea por el país por falta de justicia ante el temor a los poderosos.

Pidió iluminación para el pueblo dominicano, a fin de que en las elecciones próximas, congresuales y  municipales, voten no por los engaños, ni por las promesas que, según dijo, «los políticos no cumplirán como decía Unamuno».

El padre Alejandro Berroa Bello, quien comentó la cuarta palabra, dijo que abandonamos la cruz de cada día y huimos de los compromisos de cristianos cuando damos la espalda a los problemas de la nación, alegando que la solución de los mismos es asunto de las autoridades del momento, mientras estas responsabilizan a las del pasado.

Agregó que en la actualidad resulta deslumbrante y aterrador ver como en  el país se  incrementa el número de jóvenes y adolescentes atrapados por las garras de las drogas, lo cual considera que ya no se trata de un mal exclusivo de los barrios populares de Santo Domingo porque la droga ha invadido también las comunidades de los campos. «Ella sigue destruyendo familias, dañando mentes y arrancando vidas  humanas de inocentes y culpables».

Berroa Bello lamentó tener que decir que en el país nadie se siente seguro y que hay  temor al  salir de la  casa o al regresar y refirió lo desagradable que resulta escuchar las noticias de que mataron a alguien cuando regresaba del trabajo, informaciones que dijo, se han convertido en un amargo pan de cada día.

«Los ciudadanos dominicanos nos hemos convertidos en criaturas débiles e inofensivas abandonadas en el pantano de la impotencia, a merced de los nuevos dueños de la noche», afirmó.

El padre José Pastor Ramírez  proclamó que en América Latina incluyendo el país los jóvenes se dejan arrastrar por las drogas y los adultos con gran facilidad provocan la rupturas conyugales creando inestabilidad, desconcierto y destrucción en el sistema familiar.

A su juicio, toda alianza  con la corrupción, la impunidad, la dependencia, los vicios, la desvergüenza y con las cosas mal hechas obstaculizan la realización de la voluntad del padre de la Patria. Al pronunciar la sexta palabra «todo está consumado» el padre Ramírez, provincial de los Salesianos en Las Antillas, afirmó que toda alianza con el mal produce resquebrajamiento de la persona, de las institucionalidad y de la moralidad.

«Cuando el pueblo se ve en este callejón sin salida pierde la confianza en las organizaciones políticas y en sus lideres, en las iglesias y en las instituciones en general, cuando estas se ven involucradas en actos que irrespetan al ser humano, un hombre, un gobierno o un pueblo sumido en la corrupción difícilmente podrá decir al final de sus días todo está cumplido en el sentido que lo pronunció Jesús. Es la meta hacia la que hemos de llegar», manifestó.

El diácono Dario Vargas abogó porque la democracia sea sustentada con valores y sustituir la corrupción por un pragmatismo constructivo, que se mida por valores sociales y no por ventajas personales.

Al comentar la séptima palabra de Jesús en la cruz, «padre en  tus manos encomiendo mi espíritu» el diácono Vargas exhortó a sustituir la «mañosería política corrupta y corruptora por la astucia creativa que promueva la visión de nación.

«El relativismo ético y la corrupción de los medios de hacer política destruyen la democracia y la propia política, llamada a ser una de las ciencias más elevada que desempeña el hombre, es convertida en una actividad corrupta y corruptora, ejercida por simples mercaderes que compran la imagen de líderes y destruyen el cuerpo social de la nación», agregó el religioso.

A su juicio el país necesita de políticos, de gente que se prepare para dirigir y trabajar en el Estado y dijo que varias dimensiones de la fe están relacionadas con la sociedad y la forma de dirigirla y dijo que no se puede entender la realidad del Estado en que uno vive son la dirección política.

Manifestó que es necesario sacar de la política a los mañosos, a los comerciantes de la política al tiempo que abogó porque se denuncie las malas practicas e impedir la consumación de asaltos de las instituciones para lograr impunidad y juicios amañados.

Resaltó que la globalización inevitable, con una invasión de cosas buenas y malas, es necesaria para gobernar bien y preservar lo mejor de la cultura tradicional. Debemos buscar y lograr combinar lo mejor de afuera con lo mejor de adentro. Sin permitir trasplantes absolutos, asimilando unas cosas, algunas gradualmente y evitando otras».

Dijo que por ejemplo, el Código Procesal Penal es una buena importación, es un gran paso de avance para la justicia dominicana, pero esta hecho para sociedades con mejores cuerpos policiales y judiciales, «es decir con entrenamiento, las estructuras y presupuestos adecuados, por lo considero que hubiera sido conveniente gradualizar su aplicación para mediante un programa alcanzarlo plenamente lo más apronto posible.

El padre Federico Sánchez se refiere al grito de los desposeídos que no tienen que vele por ellos y los que se consumen sin recibir una palabra de ánimo que le levante.

«Tengo Sed» es la quinta palabra pronunciada por Jesús en la cruz comentada por el padre Sánchez resalta que Jesucristo  sufrió desde el comienzo de la crucifixión una sed de lo más dolorosa la cual fue creciendo de tal forma que se convirtió en uno de los dolores más intensos que tuvo que soportar en la cruz.

El sacerdote comparó el sufrimiento de María y de los apóstoles al pie de la cruz con la aflicción que hoy experimentan las  madres desamparadas y martirizadas fruto de la violencia y violaciones intrafamiliares, que se resignan   ante una voz autoritaria que debe prestarle ayuda y las minimiza.

El padre Catalino Tejada Ramírez, al  comentar  la segunda Palabra «Hoy estará conmigo en el paraíso» que refiere la promesa que hizo Jesús al ladrón que pendía de una cruz a su lado, exhortó a  trabajar hacer  un mundo y un país más justo, para que no siga siendo lacerado y atormentado por la violencia.

«No podemos instalarnos en una estructura de pecado como la llamó Juan Pablo II, ni en una estructura de pobreza como la llamó la madre Teresa de Calcuta, ella decía la mayor pobreza consiste en no conocer a Cristo, y el reino que el nos ofrece,» expresó el sacerdote de la parroquia Jesús Maestro, desde el púlpito de la Catedral.

El padre Martín Gutiérrez al referirse a la primera palabra de Jesús en la cruz «Padre Perdónalos porque no saben lo que hacen» analizó los aspectos fundamentales  del aquel mensaje de perdón, con lo cual el maestro no solo perdona sino que pide perdón  del padre para los que lo han entregado a la muerte. Este perdón  dijo debe comenzar por nuestras familias con gran espíritu de  sacrificio.

«Exige, en efecto, una pronta y generosa disponibilidad de todos y cada uno a la comprensión, a la tolerancia, al perdón, a la reconciliación. Ninguna familia debe ignorar que el egoísmo, el desacuerdo, las  tensiones, los conflictos atacan con violencia y a veces hieren mortalmente la propia comunión, de aquí la las múltiples y variadas formas de división en la vida  familiar», manifestó.

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