BAGDAD (AFP).- Saddam Hussein y algunos de sus ex colaboradores detenidos en Irak siguen una huelga de hambre para protestar por el asesinato de un abogado del depuesto presidente iraquí, mientras que 30 de los 64 iraquíes secuestrados el miércoles en Bagdad fueron liberados ayer, jueves.

“Saddam Hussein rechazó su almuerzo ayer (jueves)”, declaró el portavoz de la administración penitenciaria estadounidense en Irak, el coronel Keir-Kevin Curry.

“Algunos miembros del antiguo régimen rechazaron la cena el miércoles y el desayuno el jueves, tras el asesinato de Jamis al-Obeidi”, precisó.

Los prisioneros en huelga de hambre tienen, según explicó el portavoz, “buena salud y reciben los cuidados adecuados”.

El principal abogado de Saddam, Jalil al-Dulaimi, con quien la AFP contactó por teléfono en Ammán, fue el primero en anunciar esta información. “Saddam Hussein y otros detenidos de la lista de los 55 (dirigentes del régimen baasista arrestados por los estadounidenses) iniciaron el miércoles una huelga de hambre para protestar contra el asesinato del abogado Jamis al-Obeidi”, declaró.

Jamis al-Obeidi, uno de los abogados de Saddam Hussein, fue asesinado a balazos el miércoles tras ser secuestrado en su domicilio de Bagdad por hombres que se presentaron, según su mujer, como agentes del ministerio iraquí de Interior.

   Al-Obeidi es el tercer abogado de la defensa asesinado desde el inicio, el 19 de octubre de 2005, del proceso contra Saddam Hussein y siete co-acusados por el asesinato de 148 aldeanos chiitas tras un atentado frustrado contra el cortejo presidencial en 1982 en Dujail, al norte de Bagdad.

   La viuda del abogado asesinado indicó a la AFP que ni ella ni su familia política se atrevían a asistir el jueves a la morgue para retirar el cadáver de su marido, “porque tememos ser asesinados”.

   La viuda indicó que se encontraba con sus hijos en la zona verde, el sector ultra-protegido del centro de Bagdad, ya que, como dijo, “los estadounidenses me dijeron que estaría mejor protegida aquí”.

   Por otra parte, el ministro de Industria, Fawzi Hariri, anunció la liberación de 30 de los 64 empleados de dos fábricas de Taji, secuestrados el miércoles por los insurgentes.

   Una fuente de seguridad informó que los secuestradores no liberaron a las personas de confesión chiita, y agregó que “todas las mujeres fueron liberadas, pero la policía encontró los cuerpos de dos hombres”.

   Paralelamente, el ejército norteamericano anunció la muerte en combate de cinco de sus militares durante los dos últimos días, entre ellos cuatro marines, fallecidos en dos ataques en la provincia sunita rebelde de Al-Anbar.

   Por último, al menos ocho personas murieron en Irak, víctimas de la violencia persistente que sacude al país.