Saddam Hussein sufre infección de próstata

Saddam Hussein sufre infección de próstata

BAGDAD (EFE).- El derrocado dictador Sadam Husein sufre una infección crónica de próstata, pero se niega hacerse una biopsia para comprobar si se trata de un cáncer, reveló hoy el ministro iraquí de Derechos Humanos, Bakhtiar Amin.

   Los análisis de sangre practicados y las radiografías hechas por médicos militares estadounidenses no demuestran nada más grave que la infección, y el aspecto del tirano es bueno, declaró Amin al canal de televisión por satélite qatarí «Al-Yazira».

   «Los análisis sanguíneos para detectar el cáncer han sido negativos, pero a los doctores les gustaría practicar una biopsia para estar cien por cien seguros», agregó el ministro.

   Desde antes de la caída de su régimen y de su posterior captura el pasado 16 de diciembre, ya existían insistentes rumores de que Sadam Husein, de 67 años, sufría de una grave enfermedad, que podría ser cáncer.

   En los más de seis meses que lleva cautivo de EEUU en un lugar secreto, parece haber perdido peso, lo que ha hecho que se incrementen los rumores sobre su salud, hasta el punto de que se ha insinuado que ha sufrido incluso un infarto.

   Estos rumores fueron extendidos días atrás por miembros del grupo de abogados que prepara la defensa del depuesto presidente, quienes aseguran que han recibido informes no confirmados de que sufrió un derrame cerebral, por lo que han solicitado al Gobierno interino que le permita visitarlo.

   Amin, por su parte, explicó hoy que el adelgazamiento de Sadam Husein se debe a una estricta dieta, y las actividades que realiza, como la jardinería, uno de sus pasatiempos en prisión, junto a la lectura de El Corán y la composición de poemas.

   Fuentes del Comité Internacional de la Cruz Roja en Ammán, que han tenido acceso al tirano, subrayaron que no han recibido información sobre un puntual deterioro de su salud.

   Las infecciones de próstata son comunes en hombres mayores de 50 años, para los que es recomendable una exploración rutinaria que deseche la posibilidad de que devenga en un cáncer.

   Su tratamiento, a base de prolongados periodos de fuertes antibióticos, es complicado, ya que el medicamento no se acumula en grandes cantidades en la próstata.

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